lunes, 30 de julio de 2012

TRABAJO DCE CLASE VIERNES 03 DE AGOSTO DE 2012

EL MARXISMO

A la muerte de Hegel (1831) su sistema filosófico se había convertido en la Filo­sofía oficial del Estado prusiano. Sin embargo, pasados unos años, los hegelianos situados por la autoridad política en las principales cátedras universitarias, comen­zaron a dividirse en la interpretación filosófica hegeliana, según evolucionaba la situación europea.
Es así que los seguidores de Hegel se dividen en dos bandos:
a) La "derecha hegeliana" sigue la interpretación ortodoxa de la filosofía de su maestro, conservando el respeto por la religión y justificando la política del Estado prusiano.
b) La "izquierda hegeliana" combate las tesis conservadoras de los anteriores y basados en la dialéctica hegeliana afirma que todo lo que existe lleva en sí el germen de su propia negación para ser superado. Aplican la dialéctica a la religión y a la Justificación de la política del Estado prusiano. De esta izquierda hegeliana surge el "marxismo".
El marxismo ha sido sin duda una de las corrientes de pensamiento de más vasta influencia en la vida económica, social, política y cultural de nuestro siglo. En nues­tros días las más importantes transformaciones que han tenido lugar en la ex Unión Soviética (consecuencia de la crisis profunda del sistema) y el hundimiento de los regímenes políticos de la Europa del Este han puesto una vez más de actualidad el marxismo desde una perspectiva pesimista y sombría.
¿El fracaso de estos regímenes marxistas supone el fracaso y la muerte definitiva de las ideas y las tesis de Marx?
Una cosa es cierta, ese fenómeno tan complejo llamado marxismo ha impregna­do de tal forma la historia contemporánea que ésta no puede entenderse sin conocer lo que llegó a constituirse en uno de sus principales capítulos. Su presencia en los movimientos sociales, en los hechos políticos, en las discusiones teóricas y en las formas de expresión artística y literaria de los últimos cien años, es un dato irrefu­table, independientemente de la valoración que hagamos de este hecho.
Karl Marx, en colaboración con Engels, fue quien elaboro y formuló el mar­xismo.
Posteriormente, a este sistema filosófico fueron añadiéndose los aportes de otros pensadores marxistas: Lenin, Trostski, Lucacs, Gramsci, Marcuse, Althusser, etc. que dieron lugar a pluralidad de marxismos.
Tratamos en este tema de presentar, aunque en forma esquemática, una informa­ción básica sobre las cuestiones más importantes, es decir, las más citadas y debati­das en el ámbito del marxismo, centrándonos en sus aspectos filosóficos.
MATERIALISMO HISTÓRICO: KARL MARX
El estudio del materialismo histórico supone entrar en el examen de las "catego­rías" o "conceptos fundamentales" del marxismo de Marx y de su aplicación al aná­lisis y a la interpretación de los fenómenos sociales e históricos.
Marx sintetiza su teoría de la sociedad y de la historia (materialismo histórico) en el prólogo de la obra: Contribución a la crítica de la economía política. Este texto es considerado por algunos como la carta fundamental del materialismo histó­rico, en el que Marx expone sus categorías fundamentales.
Anatomía de la sociedad civil
Hegel en su Filosofía del Derecho hace un análisis de la sociedad, distinguien­do entre "sociedad civil" o esfera en que se produce la lucha de intereses individua­les y de grupos; y el "Estado", o esfera que encarna el poder universal y el interés general (situándola por encima de la sociedad civil).
Marx realiza una crítica a esta estructura social y afirma que, en realidad, el Estado es una creación de la sociedad civil y que lejos de encarnar el interés gene­ral, está condicionado por las relaciones sociales-económicas, que son las que cons­tituyen en la base de la sociedad civil.
Por "anatomía de la sociedad civil", Marx entiende las estructuras fundamenta­les que constituyen el tramado básico de las actividades económicas que es la socie­dad civil.
Luego la "anatomía de la sociedad civil" hay que buscarla, según Marx, en la economía política, es decir, en e) estudio sistemático de las relaciones sociales rela­tivas a la producción y distribución de bienes materiales.
Producción social de la vida
En Bruselas sigue sus estudios de economía política y llega a la categoría "pro­ducción social de la vida"
Según Marx, la diferencia entre e) hombre y el animal se inicia a partir del momento en que el hombre comienza a "producir medios de vida". Al producir sus medios de vida produce indirectamente su propia vida material.
La forma de producir los hombres sus medios de vida depende ante todo de la naturaleza misma de esos medios de vida que encuentra a su alcance. Este modo de producción consiste en un determinado modo de manifestar su vida, es decir, de un modo de vivir. Según esto, Marx afirma que: "Tal y como los hombres manifiestan su vida, así son", entonces lo que ellos son coincide con lo que producen y con su modo de producción. La producción social de la vida, Marx la desarrolla en tres momentos:
a) En un primer momento: es necesario que los hombres se hallen "en condi­ciones de poder vivir" Pero para poder vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse, salud, etc., es decir, que puedan producir los medios indispensables para satisfacer estas necesidades básicas para la "producción de la vida". Esta condición necesita cumplirse todos los días, en todos los pueblos, en todo tiempo, para asegurar la vida de los hombres.
b) El segundo momento: una vez satisfechas estas necesidades básicas (que su­ponen una serie de acciones para satisfacerlas, y al mismo tiempo los medios necesarios) éstas lo llevan a nuevas necesidades. La creación de nuevas nece­sidades constituye el primer hecho histórico.
c) El tercer momento en el desarrollo histórico: al renovarse diariamente los hombres su propia vida, comienza la "procreación" de nuevos hombres, crean­do "nuevas relaciones sociales". A la primera relación social que se da en la familia al multiplicarse los hombres y multiplicarse las necesidades, las rela­ciones familiares quedan en un segundo plano, ante las nuevas relaciones que se van presentando.

En consecuencia: "la producción de la vida" pasa por diversos momentos en los que se van creando nuevas necesidades y nuevas relaciones sociales. De donde se deduce que un determinado modo de producción conlleva a una determinada rela­ción social.
Relaciones de producción
Las relaciones de producción son las relaciones que se establecen entre los dis­tintos miembros de una sociedad histórica concreta, en la realización de las activi­dades que aseguran, en un sentido amplio, la "producción social de la vida" según un determinado "modo de producción".
Estas relaciones vienen determinadas, por una parte, por el lugar que se ocupa en la "división social del trabajo", es decir, qué es lo que a cada cual le toca hacer en ese concreto modo de producción, y, por otra parte, por el "intercambio, la distribu­ción y apropiación del beneficio social", esto es, qué parte se lleva cada cual del producto global obtenido para satisfacer las necesidades de los distintos miembros de la sociedad.
De aquí que las relaciones de producción tengan su expresión jurídica en las relaciones de propiedad.
La desigual distribución del trabajo y del beneficio que caracteriza las relaciones de producción de las sociedades donde existe la propiedad privada de los medios de producción conlleva, según Marx. a la existencia de "clases" antagónicas: (esclavo-hombre = sociedad esclavista), (siervo de la gleba-señor feudal = sociedad feudal), (proletario-capitalista = sociedad capitalista).
Esta existencia de clases antagónicas conlleva la "lucha de clases" como fuente permanente de conflictos sociales y motor de la historia, con sus correspondientes efectos en otras manifestaciones de la vida social. En conclusión: los hombres (igual que nacen en una determinada familia o en un determinado país) se encuentran, necesaria e independientemente de su voluntad, formando parte de un sistema de "relaciones de producción" que corresponden a una determinada fase de desarrollo de las fuerzas productivas.
Fuerzas productivas
En el proceso de trabajo intervienen:
El objeto sobre el que se trabaja: la materia prima o bruta.
Los medios de trabajo (conjunto de instrumentos: sierra, martillo, máqui­nas, etc.).
Fuerzas de trabajo: la energía humana empleada (no la que desarrolla una máquina; ésta desarrolla trabajo, pero no fuerza de trabajo).
Fuerza productiva: es el resultado o combinación de dos factores: la fuerza de trabajo (energía humana-formación técnica del hombre), y los medios de trabajo (instrumentos, maquinas que se emplean en el trabajo).
Estos son los factores que dispone una determinada formación social en un mo­mento histórico concreto para resolver las necesidades de producción.
Desde los tiempos prehistóricos en los que el hombre vive fundamentalmente de lo que ofrece la naturaleza y existe una elemental división del trabajo según el sexo, Marx constata un largo proceso de desarrollo social del trabajo, desarrollo que se va incrementando de forma especial con la revolución industrial y el modo de produc­ción capitalista.
Marx atribuye una importancia decisiva a las transformaciones en el desarrollo de las fuerzas productivas, de las que hace depender en gran medida los cambios en el orden de las relaciones de producción.
Estructura económica de la sociedad: infraestructura
Las relaciones de producción ligadas estrechamente al desarrollo de las fuerzas productivas, constituyen para Marx la estructura económica de la sociedad, base real de la sociedad. A esta estructura económica la llama infraestructura. La infra­estructura económica la constituyen: producción, distribución, intercambio y con­sumo.
Marx al calificar la infraestructura como "base real" de la organización econó­mica de la sociedad, esta señalando lo que considera el nudo central en la explica­ción de los conflictos sociales y de los grandes cambios históricos, frente a otros intérpretes de la historia, que atribuyen una fuerza decisiva a factores de otro orden (a la acción de Dios, a la acción de grandes hombres, etc.).
Superestructura
Sobre la "infraestructura" base real de la organización económica de la sociedad, Marx sitúa, en estrecha relación con ella, a otras instancias o manifestaciones de la vida social, que las llama "superestructura". Esta superestructura que veremos a continuación, consiste en construcciones que dependen de factores económicos (in­fraestructura) de la misma forma que un edificio se apoya en la cimentación.
La superestructura se manifiesta en:
a) El derecho y el Estado
El derecho en cuanto conjunto de normas que regulan el orden social', y el Estado, como institución política que busca el interés general de la sociedad. Según Marx en una sociedad de "clases", como es el caso del modo de producción capitalista, donde a través de un régimen de propiedad privada la clase dominante ejerce la propiedad de los medios de producción, también ejerce el control del poder del Estado y de las leyes que rigen la sociedad, poniendo el orden político y  jurídico en defensa de sus intereses contra los intereses de las clases trabajadoras.
b) Ideología: formas de conciencia social
Además en la superestructura se dan las "formas de conciencia social" o formas ideológicas o ideologías. Althusser define la ideología como un sistema (que posee su lógica y rigor pro­pios) de representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos) dotadas de una exis­tencia en el seno de una sociedad dada.
Sin embargo Marx le asigna un carácter negativo a la ideología, denominándola "falsa conciencia". La ideología "enmascara" los intereses de quienes poseen el po­der de la sociedad.
La "falsa conciencia" que tiene la ideología hace referencia a aquellas "racionalizaciones" elaboradas y defendidas como verdaderas explicaciones de la realidad que no hacen sino ocultar o justificar los intereses propios de la clase domi­nante. Según el marxismo la ideología enmascara, oculta, encubre la verdadera rea­lidad.
En una sociedad puede haber diversas clases de ideologías:
Ideología jurídica: se da cuando en las constituciones de los Estados se pro­clama a los ciudadanos "jurídicamente libres e iguales y al pueblo como sobe­rano", siendo esto en la mayoría de los casos "puramente formal" pues la realidad es otra.
Ideología política: cuando el Gobierno "teóricamente" es árbitro imparcial en la defensa de los ciudadanos, mientras que en realidad es instrumento de opresión en manos de una clase dominadora.
Ideología religiosa: cuando se usa a la religión como sinónimo de "resigna­ción" ante las injusticias, y como justificación de los poderosos, y no se usa como instrumento de "liberación".
Ideología filosófica: cuando se usa a la filosofía como justificación de un sistema de explotación, negándole el carácter crítico ante todos los procesos ideológicos de la sociedad
Filosofía de la historia
Siguiendo la evolución intelectual de Marx, después de elaborar una teoría ex­plicativa de la "producción de vida", pasa a una generalización sobre el conjunto histórico de la humanidad, es decir, hace una "filosofía de la historia".
La historia como proceso dialéctico
Marx concibe la historia como un proceso de maduración de la especie humana para "producir" medios con los que satisface las crecientes necesidades.
Siguiendo a Hegel afirma que la historia es "dialéctica", es decir, la concibe animada por "contradicciones" históricas que tienen lugar en la "infraestructura" económica, esto es, en la relación entre propietarios de los medios de producción y las fuerzas productivas. Estas contradicciones se manifiestan en la "lucha de clases" que operan como "motor de la historia" Las contradicciones entre las clases que en un momento son conflictivas, posteriormente se vuelven "antagónicas" en cuanto que cada clase defiende su posición en el proceso productivo.
En el Manifiesto del partido comunista, Marx. dice: "La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases". De aquí que la historia sea también para Marx el escenario de la "alienación cre­ciente del hombre".
La alienación en Marx
Para Marx el sujeto de la historia es el "hombre", el hombre concreto, real, vi­viente, que necesita realizarse en el trabajo. El trabajo es la actividad creadora del hombre. El hombre fundamentalmente, no es conocimiento contemplativo, sino "tra­bajo productor", trabajo creador.
El hombre al trabajar "se proyecta sobre los productos de su trabajo”, es decir, pone en cada producto algo de su ser, toda su energía humana, sus cualidades, su imaginación, sus esfuerzos, su mente, de esta forma el producto tiene rostro huma­no. Nosotros podemos conocer al hombre del neolítico, porque podemos estudiar lo que ese hombre ha producido (dólmenes, menhires, hachas de sílex, etc.). En esos productos conocemos al hombre porque en ellos se proyecta de tal manera que el producto queda "inhumanizado".
Pero. ¿Qué ha sucedido a lo largo de la historia? Qué el producto del trabajo que los hombres han realizado con su trabajo no les ha servido para mejor producción de vida (comer, vestir, salud, educación, etc.), sino que ha sucedido todo lo contrario, los ha empobrecido más. es decir, los ha "alienado".
El producto del trabajo queda convertido en "mercancía" que vende en el merca­do a cambio de un salario, destinado a reponer la fuerza de trabajo. Ese producto "mercancía" es vendido a los propietarios de los medios de producción que lo utili­zan para fines lucrativos, y para obtener mejores ganancias.
Entre la fuerza de trabajo pagada en" salario" y la utilidad obtenida por el patrón al vender el producto existe una diferencia de valor que la apropia el capitalista y le utiliza según la lógica del sistema capitalista.
Hacia una sociedad sin clases
¿Cómo se produce el cambio de una sociedad capitalista a una sociedad socialis­ta o comunista? Marx es consciente de que cada día las relaciones de producción entre las dos clases se van haciendo más conflictivas. Es necesario un cambio "cua­litativo", es decir, un cambio histórico profundo en los medios de producción, ya que son éstos los que han cambiado la historia
Este cambio cualitativo, de una forma social de producción (capitalista) basada en la propiedad privada de los medios de producción, en otra forma de sociedad donde los medios de producción sean colectivos, sólo es posible por medio de la "revolución".
Marx, en la Ideología alemana, refiriéndose a la revolución, dice: "La revolu­ción no sólo es necesaria porque es el único medio de derrocar a la clase dominante, sino también porque la revolución permite a la clase que derriba a la otra, "barrer" toda la podredumbre del viejo sistema en que está sumergida y hacerse capaz de fundar una sociedad sobre bases nuevas.
En este proceso de cambio profundo la clase obrera irá tomando conciencia de clase, donde finalmente conseguirá, a través de sus organizaciones políticas, apode­rarse del poder político y arrebatar despóticamente (dictadura del proletariado) los medios de producción a la burguesía, en nombre de la inmensa mayoría.
A través de un periodo de transición, en el que aún perdurarán rasgos de la sociedad anterior, se irá logrando progresivamente la desaparición de las clases y también el paso a un nuevo modo de producción: "la sociedad socialista", donde el "poder sobre las personas" sería sustituido por la "administración de las cosas".
SEGUIDORES DEL MARXISMO
El marxismo de Marx y de Engels fue adaptado por los organizadores de la Revolución Rusa (1917) que impusieron el comunismo en las Repúblicas Soviéti­cas. Dentro de los seguidores del marxismo podemos identificar dos corrientes:
Marxismo ortodoxo
Una vez hecha la revolución los dirigentes, Lenin primero y Stalin después, se constituyen en guardianes y únicos intérpretes autorizados de las doctrinas de Marx y de Engels. Todo esto lo realizan a nombre del Partido Comunista. Para salvaguar­dar la unidad y asegurar los frutos de la revolución consideran indispensable guar­dar estrictamente las enseñanzas de Marx y de Engels, así sistematizan una doctri­na social del Partido que tienen que aceptar todos sin excepción. Se constituye así la ortodoxia marxista y el Partido tratará por todos los medios de mantenerla intacta. Con ello la labor filosófica en Rusia se ha limitado a una mera exégesis o exaltación de la doctrina oficial.
Marxismo occidental
Fuera del dominio ruso se dan una serie de autores que declarándose marxistas se han negado a admitir la tutela de la doctrina oficial y han emprendido la inter­pretación personal del marxismo, volviendo a los textos originales de Marx y de Engels. Estos filósofos con las debidas peculiaridades en cada caso, forman lo que se ha llamado marxismo occidental, en contraposición al marxismo ruso y chino que se consideran doctrinas oficiales.
Estos filósofos consideran que en Marx, junto a unas ideas aún válidas, hay otras ideas que por las circunstancias históricas y políticas ya han sido superadas.
La liberación del dogma oficial y la consiguiente libertad de interpretación ha­cen posible que en un mismo pensador, junto a las raíces auténticamente marxistas, aparezcan otras influencias debidas a las modernas corrientes del pensamiento, en­tre las que priman el humanismo, el historicismo y el estructuralismo
Antonio Gramsci (1891-1937)
Escribe casi toda su obra prisionero de los fascistas italianos. Considera que la filosofía de la praxis es una teoría de la historia. La auténtica filosofía de la praxis es la dialéctica, donde se anudan historia, economía, política.
Esta filosofía no es ya únicamente patrimonio de los grandes intelectuales, o de los filósofos de profesión, sino que tiene que hacerse patrimonio de las masas. Pero no porque éstas la adquieran por sí mismas, sino porque se la impone una minoría intelectual dirigente y se la impone de un modo dogmático. Gramsci dirá que la masa no posee una capacidad de crítica o discernimiento, sino de asimilación', por ello asume una serie de opiniones que se le presentan como certezas sin lugar a discusión.
Gyorgy Lucacs (1885-1961)
Asigna al marxismo, como función primordial, la explicación total del hombre y del proceso histórico a que se halla sometido. Formulo serios reproches al dogmatismo ruso y a su polarización en la acción revolucionaria, así como sus vacíos notables en el campo de la ética y estética. Advierte los errores que pueden cometerse con la mera aplicación de las leyes dialécticas y piensa que en el fondo lo que la dialéctica pide es una constante renovación y superación de la actividad humana.
Herbert Marcuse (1899-1979)
Tiene gran influencia en la juventud universitaria debido a que en sus obras halaga no sólo las aspiraciones más nobles, sino también los impulsos instintivos.
Observa que las masas obreras se han integrado en la sociedad capitalista en la que reciben indudables mejoras, pero sin alcanzar la libertad. A pesar de ello cree en la liberación futura de la humanidad que se conseguirá mediante la acción revo­lucionaria de la juventud y en particular de la juventud universitaria. En consecuen­cia, niega al proletariado su condición de protagonista de la revolución.
Considera Marcuse que en la actual sociedad capitalista se hallan técnicamente presentes todas las fuerzas materiales e intelectuales necesarias para realizar su transformación en una sociedad libre que se caracteriza por la estética y la erótica.

ACTIVIDADES
a. De comprensión:
1. ¿Por qué el marxismo es materialista y dialéctico? Explica.
2. Explica las leyes dialécticas.
3. Haz una síntesis de la crítica de Feuerbach a Hegel.
4. Explica: medios de producción y fuerzas productivas.
5. ¿Por qué se da la "lucha de clases"?
6 Explica los diversos tipos de ideologías que se dan en la sociedad, según Marx.
7. Define: "infraestructura y superestructura".
8. Con un ejemplo explica la "plusvalía".
9. Explica la concepción de Marx sobre la "alienación".
10. ¿Cuál es el modelo de sociedad que propone Marx? Explica.
b. De explicación:
1. Diga las semejanzas y las diferencias entre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
2. ¿Qué semejanzas y qué diferencias hay entre el concepto de enajenación de Feuerbach y el de Marx?
3. Explica el significado de la frase de Marx: "La religión es el opio del pue­blo".
4. ¿Qué sentido y alcance tiene la frase de Marx "No es la conciencia del hom­bre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina la conciencia"?
5. Marx, es ¿un filósofo puro, ¿es un economista, ¿es un político Explica.
6. ¿Qué relación de afinidad o de contraste cabe establecer entre la concepción dialéctica en Hegel y en Engels?



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