Nace en
París v se aficiona a la filosofía leyendo a Descartes. Su pensamiento es
cartesiano, pero con marcado acento teológico y modificado en dos puntos:
— Ontologismo: las ideas universales no pueden provenir de los
sentidos, que sólo captan lo individual, ni tampoco pueden provenir de la razón
porque entonces la razón sería creadora de algo y la razón no puede crear nada.
Luego las ideas universales proceden de Dios. Es decir, son captadas por
nuestra mente en Dios.
— Ocasionalismo: la única causa de los seres es Dios; la actividad
de los seres creados es "mera ocasión" de la acción divina que es la
que produce esas sensaciones. Ejemplo
una lesión cerebral no es la causa de la perdida de la memoria sino que en
ocasión de tal lesión Dios actúa "causando" la perdida de la memoria.
Malebranche
intenta solucionar la comunicación de las sustancias por medio del
"ocasionalismo"' Dios produce una acción en el cuerpo con ocasión de
un movimiento del alma y viceversa, así mantiene la independencia entre ellas.
ESPINOZA
(1632-1677)
La sustancia. Ontología
Parte de
la definición cartesiana de sustancia (aquello que existe en si y no necesita
de otro para existir) y analiza que esta definición solo correspondería en
manera exacta a una sustancia infinita, que no depende de nada. Espinosa llama
a esta sustancia Dios o Naturaleza: no entendiendo a Dios como lo entiende la
tradición religiosa, sino más bien como la naturaleza, la realidad misma, que
se despliega en múltiples atributos: "la extensión y el pensamiento"
Las cosas concretas individuales y el hombre son parte de ese todo que es la
Naturaleza. De aquí se puede concluir que Espinoza es panteísta y también
materialista. En conclusión: Espinoza sólo admite una sustancia = Dios,
y de ella se desprenden dos atributos: extensión = cosas individuales, y
pensamiento = alma.
El
hombre. Ética
Espinoza
considera al hombre como una parte de la naturaleza. Sus acciones son regidas por tres emociones
fundamentales: deseo, placer y dolor. De ellas se derivan las demás. A partir
de estos conceptos psicológicos. Espinoza define los conceptos morales básicos:
bien y mal. El bien es cualquier especie de placer y todo lo que conduce a
éste, así como todo lo que satisface nuestro deseo. El mal es todo lo que
impide la realización de los deseos, es toda clase de dolor. El juicio moral,
es decir, la determinación de lo que es bueno y lo que es malo se realiza,
pues, de acuerdo con las emociones y éstas dependen de lo que en un momento
dado cause placer o dolor. Como se ve, la Ética de Espinoza conduce a "un
relativismo moral", ya que lo que en un momento puede ser bueno, en otro
puede ser malo: y lo que para un sujeto puede ser bueno, para otro puede ser
malo. El conocimiento de Dios o Naturaleza genera un placer de la mente que es
lo mismo que el amor intelectual de Dios. El amor nos abre a la libertad.
LEIBNIZ
(1646-1716)
— El
concepto matemático de "infinitesimal", entendido como una magnitud
que puede ser considerada siempre más pequeña que toda magnitud determinada
pero que aparece como la razón de ser o lo que justifica cualquier magnitud o números determinados.
— La
pretensión de encontrar en la razón la justificación de la ciencia y de los
conocimientos en general
— La
pretensión obsesiva de justificar el orden y de explicar la naturaleza, el
hombre y el universo, como un conjunto "orgánicamente ordenado".
Las sustancias en Leibniz. Ontología
Leibniz
también toma de Descartes la idea de "sustancia" como una realidad
"autónoma e independiente", pero Leibniz profundiza más y llega a
otras conclusiones.
Descartes
concebía el mundo material como pura "extensión". La extensión puede
ser dividida en partes, partículas, moléculas y átomos Leibniz, por el
contrario, cree que el proceso de división de la materia no puede detenerse en
los átomos sino que debe continuarse ininterrumpidamente, lo cual supone una
división hasta el infinito Y toda división de la materia pensable "hasta
el infinito" supone o pide como limite un principio no material: por ello
concluye: "que el elemento originario de la materia no puede ser un
elemento material o extenso, sino algo que la propia materia presupone como
condición ultima". Este elemento no material y ultimo, en un primer
momento lo identifica como "fuerza o energía" de la que se deriva
luego la materia o extensión.
En
consecuencia, con el carácter no material de los últimos principios de la"
materia, Leibniz va a afirmar "que todas las sustancias están constituidas
por una especie de átomos espirituales o sustancias simples, esencialmente
energéticos, inextensos, indivisibles, a los que denomina mónadas. Según él, existen infinidad de
"mónadas", sustancias simples, dinámicas, que no reciben movimiento
de fuera. Toda materia, todo cuerpo está constituido de "monadas" muy
diversas, según el número de sustancias más simples que forman un cuerpo
cualquiera.
Problema de la comunicación de las mónadas
Ninguna
monada se comunica con las
demás: no hay comunicación entre ellas, ni influyen unas sobre otras. De la no
comunicación de las sustancias surge el problema de encontrar un principio que
armonice, no solo el cuerpo y el alma, sino a todos los seres en su propia
individualidad, ya que todos están compuestos de sustancias heterogéneas.
Teodicea: es Leibniz quien introduce el término "teodicea", queriendo
expresar el "estudio racional de Dios". Leibniz pone a Dios como
principio "unificador", quien a través de su voluntad.
"preestableció la armonía" entre las monadas. El desarrollo del mundo
es el resultado del desarrollo armónico de todas las monadas y el orden del
universo es establecido por Dios en el acto de la creación, cual relojero que
pone en marcha todos los relojes.
El problema del mal
Leibniz
entiende que Dios se atiene a la "regla de lo mejor" Esto es: este
mundo es el mejor de los mundos posibles (optimismo cósmico). Su voluntad solo
quiere el bien, pero sólo no creando ninguna realidad sería inevitable el mal,
ya que respeta el orden creado en el que se da el mal. En este orden creado
Dios permite el mal, porque tanto el mal como el pecado mismo proceden del
orden contingente y libre del mundo.
EL
EMPIRISMO
El
empirismo es una corriente filosófica que surge y se desarrolla en las islas
británicas en los siglos XVII y XVIII. El empirismo es la corriente filosófica
que afirma "la experiencia" como la única fuente del conocimiento,
frente al racionalismo, que afirmaba la razón.
Esta
tesis general puede ser explicada de acuerdo a las siguientes ideas:
— En
cuanto al origen del conocimiento
Todo conocimiento
surge de la experiencia (externa o interna), de ahí que la mente o conocimiento
se presente como un "papel en blanco" que es preciso ir llenando en
el proceso del conocimiento. Pone el origen del conocimiento en la conciencia
del sujeto, pero en una conciencia vacía de contenidos; en contra del
racionalismo que pone a la conciencia cargada de ideas innatas.
— En
cuanto a los límites del conocimiento
El
conocimiento no trasciende los límites de la experiencia; sólo podemos conocer
aquello comprobado por la experiencia.
— En
cuanto al modelo ideal de ciencia
Son las
ciencias experimentales (Física. Química. Medicina, etc.), basadas en la
experiencia sensible, las que poseen el grado de cientificidad más alto frente
al modelo matemático y deductivo del racionalismo.
JOHN
LOCKE (1632-1704)
Origen de las ideas
Formula
su tesis fundamental: "todas las ideas provienen de la experiencia, a
través de los sentidos". Concibe la mente como "un papel en
blanco" que obtiene todos sus contenidos de la "experiencia". La
experiencia la concibe en dos sentidos: a) Experiencia externa o sensación:
los sentidos externos (vista, oído, gusto. tacto y olfato) nos informan de los
objetos externos y nos proporcionan ideas de las cualidades sensibles, como las
de amarillo, blanco, calor y frío; blando y duro, amargo y dulce; fragante y
podrido, etc. A estas ideas les da el nombre de "sensación". b)
Experiencia interna o reflexión: los sentidos internos nos informan de
las operaciones internas de nuestra mente, proporcionando ideas de las
diferentes actividades, tales como: percibir, pensar, dudar, creer, razonar,
conocer, querer, etc. A éstas les da el hombre de "reflexión".
Ideas y cualidades sensibles
Locke
entiende por idea:
"todo aquello que conocemos o percibimos", es decir, todo lo que es
objeto inmediato de sensación, percepción, pensamiento o entendimiento. La
idea no la concibe como algo "abstracto", sino como todo lo que de
alguna manera es percibido o conocido. El hombre comienza a tener ideas a
partir de la primera "sensación". Esta es considerada por el de forma
puramente mecanicista. Reduciéndola a un movimiento causado por las cualidades
materiales de los cuerpos; estas cualidades impresionan o mueven alguna parte
del cuerpo y producen alguna percepción en la mente. Los cuerpos están dotados
de cualidades, que son las que producen en nuestros sentidos las sensaciones,
de las cuales se derivan las ideas.
Clases de
ideas:
a) Ideas simples: son las ideas que provienen de la experiencia
tanto externa (sensación), como interna (reflexión): es decir, son las ideas
que provienen de las cualidades primarias: tamaño, figura de los cuerpos, como
de las secundarias: color, olor; como de los sentidos internos: percepción,
volición, duda, etc. b) Ideas complejas.
La mente tiene el poder de realizar con las ideas simples construcciones
complejas, como; distinguir entre ideas, comparar ideas, componer ideas, formar ideas abstractas. En todo este
proceso de distinguir, asociar, comparar ideas, la mente produce lo que llama
"ideas complejas".
La sustancia
Lo único
que podemos conocer, a través de los sentidos, son las cualidades sensibles de
las cosas y el concepto de sustancia representa el substrato en el que reposan
dichas cualidades. Esto es, que la idea de sustancia no es otra cosa para él
que una idea compleja elaborada por la mente a partir de las cualidades
sensibles de los fenómenos que la experiencia nos muestra como asociados. La
idea de sustancia es, pues, una noción
oscura de "un no sé qué" que sirve de sustrato, de fundamento a un
conjunto de cualidades sensibles. Se trata de una idea compleja sin relación
con lo real, no es clara y distinta como en Descartes, sino equivoca y confusa.
La moral
Locke al
rechazar las ideas innatas, niega también la posibilidad de que existan
principios innatos de carácter moral. Las ideas morales se derivan de la
experiencia. Pero no por ello niega Locke la posibilidad de conocer los
principios morales, pues comparando las ideas se descubren relaciones de
"acuerdo o desacuerdo", lo que permite formular ideas morales.
Sostiene que la moralidad es susceptible de demostración como las matemáticas,
por tanto considera a la ética como ciencia demostrativa. Las ideas morales
serían arquetipos, patrones, que permitirían determinar la bondad o maldad de
las acciones, en una línea del más típico racionalismo. Por otra parte, Locke
considera "bueno" lo que aumenta el placer, y "malo" lo que
causa dolor, coincidiendo así con Espinoza, aunque luego entiende como bien
moral la conformidad de las acciones voluntarias con la ley. Entre los tipos de
leyes que distingue (divina, civil y de opinión) la ley divina es el criterio
último de moralidad. Esta ley puede conocerse por la razón, aunque la
revelación la explícita mejor.
La política
En su
obra "Sobre el gobierno civil" defiende, en contra de otros teóricos
de la política como Hobbes, que la libertad del hombre está limitada por la ley
natural: derecho a la vida, derecho a la integridad corporal, derecho a la
propiedad de las cosas que produzca con su trabajo, etc. Por otra parte, al
explicar el origen de la sociedad y del Estado, sostiene que la ley natural
inherente al hombre en la responsable de la unión libre de los hombres en
sociedad mediante un pacto o contrato social, cuyo fin seria preservar los
derechos naturales que todos los hombres poseen. Los hombres, aislados, no
podrán defender la ley natural y por ello delegan ese poder en una comunidad
encargada de preservarla. Así surge el Estado cuya misión es defender el bien
común, establecer y hacer guardar las leyes y garantizar la libertad y los
derechos naturales de los individuos.
La religión
En su
obra Cartas sobre la tolerancia aborda el problema religioso defendiendo
la separación de la Iglesia y el Estado. Considera a la Iglesia como "una
sociedad libre de hombres que se unen espontáneamente para servir a Dios en
público". Ni el Estado debe atentar contra la libertad religiosa, ni la
Iglesia debe imponer la religión por medios coercitivos. La religión no debe
imponerse por la fuerza, sino que debe ser permisiva.
DAVID
HUME (1711-1776)
El problema
del conocimiento. Teoría de las ideas
Para
Hume, el conocimiento es "percepción", que la define como "todo
aquello que puede estar presente en la mente humana, ya sea a través de
nuestros sentidos, o que estemos movidos por la pasión, o que ejercitemos
nuestro pensamiento y reflexión". Según esto, las percepciones de la mente
humana las divide en dos clases:
a) Impresiones: son las percepciones que provienen de los
sentidos, y se presentan a la mente con mayor fuerza y vivacidad que las ideas.
Ejemplo: estoy percibiendo en esta clase: paredes, tablero, mesa. etc., tengo
"impresiones" de ella.
b) Ideas: son percepciones o copias de las impresiones en el pensamiento Ejemplo:
una vez que he recibido las impresiones de la clase, cierro los ojos y sigo imaginándome los elementos
de la clase, estoy percibiendo lo mismo, pero con menos viveza y fuerza. En
resumen: las impresiones son las sensaciones. Las ideas son las imágenes
débiles de las impresiones.
Las sustancias
Si no
podemos afirmar ninguna cosa de la que no tengo impresión, ¿qué pasa con las
sustancias: Dios, mundo, yo?
- Dios: de Dios no tenemos ninguna impresión y por lo tanto,
no podemos afirmar su existencia, no hay nexo causal entre nuestras impresiones
y Dios, pues está más allá de nuestras impresiones. ¡De dónde me viene esta
idea? Hume reitera su afirmación que no podemos tener conocimiento sino de
nuestras impresiones. Escepticismo.
-
Mundo: Hume admite impresión de algo que está fuera de mí. Pero más allá de
nuestras impresiones, es decir, de una realidad que llamamos mundo no podemos
afirmar su existencia, pues es una realidad distinta a nuestras impresiones.
- Yo: yo o persona no es una impresión: es aquello que supone
como sujeto al que se refieren nuestras impresiones. Pero del Yo no tenemos
impresión. Por otra parte nuestras impresiones son variables: una impresión
sucede a otra: siente dolor, después tristeza, después alegría, etc. Nunca
existen todas juntas de tal modo que tenga impresión del Yo ¿Cómo se puede
explicar la conciencia que tenemos de nuestra identidad? Ejemplo: Yo soy el
mismo que ayer estaba en casa, que ahora estoy en clase, que mañana iré al
cine. etc. Para esto. Hume no tiene otra explicación que recurrir a la
"memoria": gracias a ella conocemos la conexión existente entre las
diferentes impresiones que se suceden. El error consiste en que confundimos
"sucesión" con identidad.
Conclusión: el
empirismo de Hume lleva necesariamente al "Fenomenismo" y al
"escepticismo".
— El
conocimiento parte de la experiencia y ésta parte de las impresiones.
— No
podemos conocer más allá de las impresiones
— Lo
único que podemos observar es la sucesión constante de los hechos: no podemos
establecer relaciones causales.
— No
podemos conocer el mundo (sustancia corpórea) pues no podemos conocer
realidades diferentes a lo que nos dan nuestras impresiones.
— No
podemos conocer a Dios (sustancia infinita).
— No podemos
conocer al yo (sustancia pensante) pues escapa a nuestras impresiones.
Luego: la
realidad es puramente "fenoménica" (lo que aparece, el fenómeno). No
sabemos nada más allá de nuestras impresiones, de ahí el
"escepticismo" que lleva consigo.
La moral
Hume, en
la segunda parte de su obra Tratado de la naturaleza humana, desarrolla el
problema ético o moralidad de las acciones. Inicia su doctrina moral haciendo
una crítica a lo que él llama "racionalismo moral", esto es a todas
las filosofías anteriores que ponían el fundamento de la ética o moralidad de
nuestras acciones en la "razón". Según estas filosofías, desde los
filósofos griegos, la razón conoce la naturaleza del hombre y de ese
conocimiento deduce la moralidad, es decir, lo que va en contra de ella. lo
juzga como malo, lo que la favorece lo Juzga como bueno.
Hume
rechaza este fundamento de la moralidad en la razón, pues considera que el
hombre en su vida ordinaria se rige por "creencias naturales" que no
son fruto de razonamientos. Por ello minimiza el papel que la razón juega en la
moral. La razón es una manifestación más de la naturaleza instintiva del
hombre. Admite que orientamos nuestras acciones mediante juicios morales que se apoyan en
la "vida emocional", y no en la razón.
Los
sentimientos no se fundan en la razón sino en las "creencias" y estas
son resultado de "hábitos o costumbres", que no se pueden definir,
pero si describir como percepciones más vivas e intensas que las
"ficciones de la imaginación". Los juicios morales son equivalentes a
las cualidades sensibles (agradables o desagradables) Al igual que el hombre
tiene un instinto natural que le hace distinguir lo agradable de lo
desagradable, lo bello de lo
feo, también tiene un instinto o sentido natural que le hace distinguir lo bueno de lo malo.
El
criterio para distinguir el bien o el mal moral es la "utilidad y el gozo
o fastidio" que nos produce una determinada acción. Hume concede a estos
instintos un sentido universal: el sentimiento moral es común a todos los
hombres Se trata de un sentimiento de aprobación o desaprobación hacia las
acciones que se presenta como un "sentimiento desinteresado". Pero
como el hombre desarrolla su vida en medio de sus semejantes, no puede
permanecer ante ellos como indiferente. La felicidad y bienestar individual es
inseparable de la felicidad y bienestar de los demás; de aquí que el fundamento
moral consiste en dirigir las acciones hacia el bien común.
En resumen,
los juicios morales provienen de los sentimientos, no de la razón Los juicios de
aprobación o desaprobación son juicios de hechos particulares que provienen de
la experiencia.
THOMAS
HOBBES (1588-1679).
Teoría
política
Hobbes es
el primer empirista que desarrolla la teoría política "del pacto
social" Parte de la igualdad natural de todos los hombres y considera que
cada uno persigue su propia conservación y el placer, lo que genera
enfrentamientos y desconfianzas hacia los demás, "El hombre es lobo para
el mismo hombre".
Se trata
de un estado natural, en que el hombre nace, donde priman las pasiones de fuerza y engaño, en búsqueda de
conservación y seguridad individual. Es como un estado de guerra de todos
contra todos, en el que la subsistencia de cada individuo depende de su
fuerza y donde no caben las consideraciones morales. En este estado sólo se conseguirá la paz y una cierta seguridad bajo un
poder común que controle a los individuos y permita la organización de todos
los individuos en sociedad La razón puede mostrar al hombre el camino para
salir de este estado de guerra. Las leyes de la naturaleza, que Hobbes define
como el dictado de la recta razón, indican al hombre como se puede llegar a un
acuerdo para evitar la destrucción de la especie humana.
Los
hombres realizan "un pacto" entre ellos, por el que transfieren su
poder y su fuerza a un tercero, un solo hombre o una asamblea; y este puede
utilizarlo como crea conveniente para lograr la paz común Surge así la relación
de soberano y súbdito y con ella la "sociedad civil". Desde el punto
de vista de las formas de gobierno, el contrato permite tanto la monarquía como
la aristocracia o la democracia La soberanía que se adquiere con el pacto es
absoluta e inalienable y los límites de su poder son los límites del pacto, que
se refieren a la protección de la vida de los súbditos por lo que no puede
ordenar nada que vaya contra ésta.
Hobbes en esta
teoría trata de dar una explicación filosófica del origen del Estado
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