lunes, 25 de febrero de 2013

EL MARXISMO
 
INTRODUCCIÓN
A la muerte de Hegel (1831) su sistema filosófico se había convertido en la Filo­sofía oficial del Estado prusiano. Sin embargo, pasados unos años, los hegelianos situados por la autoridad política en las principales cátedras universitarias, comen­zaron a dividirse en la interpretación filosófica hegeliana, según evolucionaba la situación europea.
Es así que los seguidores de Hegel se dividen en dos bandos:
a) La "derecha hegeliana" sigue la interpretación ortodoxa de la filosofía de su maestro, conservando el respeto por la religión y justificando la política del Estado prusiano.
b) La "izquierda hegeliana" combate las tesis conservadoras de los anteriores y basados en la dialéctica hegeliana afirma que todo lo que existe lleva en sí el germen de su propia negación para ser superado. Aplican la dialéctica a la religión y a la Justificación de la política del Estado prusiano. De esta izquierda hegeliana surge el "marxismo".
El marxismo ha sido sin duda una de las corrientes de pensamiento de más vasta influencia en la vida económica, social, política y cultural de nuestro siglo. En nues­tros días las más importantes transformaciones que han tenido lugar en la ex Unión Soviética (consecuencia de la crisis profunda del sistema) y el hundimiento de los regímenes políticos de la Europa del Este han puesto una vez más de actualidad el marxismo desde una perspectiva pesimista y sombría.
¿El fracaso de estos regímenes marxistas supone el fracaso y la muerte definitiva de las ideas y las tesis de Marx?
Una cosa es cierta, ese fenómeno tan complejo llamado marxismo ha impregna­do de tal forma la historia contemporánea que ésta no puede entenderse sin conocer lo que llegó a constituirse en uno de sus principales capítulos. Su presencia en los movimientos sociales, en los hechos políticos, en las discusiones teóricas y en las formas de expresión artística y literaria de los últimos cien años, es un dato irrefu­table, independientemente de la valoración que hagamos de este hecho.
Carlos Marx, en colaboración con Engels, fue quien elaboro y formuló el mar­xismo.
Posteriormente, a este sistema filosófico fueron añadiéndose los aportes de otros pensadores marxistas: Lenin, Trostski, Lucacs, Gramsci, Marcuse, Althusser, etc que dieron lugar a pluralidad de marxismos.
Tratamos en este tema de presentar, aunque en forma esquemática, una informa­ción básica sobre las cuestiones más importantes, es decir, las más citadas y debati­das en el ámbito del marxismo, centrándonos en sus aspectos filosóficos.
CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS DEL MARXISMO
El marxismo como todo fenómeno histórico no surge espontáneamente como producto del azar, sino como resultado de todo un proceso histórico-cultural y del desarrollo mismo de la sociedad europea, en un determinado momento.
Las raíces están vinculadas a un cúmulo de avances en todos los campos del saber y del desarrollo de la ciencia y de la técnica, unidos a las múltiples contradic­ciones del capitalismo y a la incapacidad de solucionar las necesidades sociales.
Los factores que incidieron, son:
Factores sociopolíticos
La primera mitad del siglo XIX se caracteriza por la victoria definitiva del modo de producción capitalista, lo que condujo al afianzamiento de las posiciones econó­micas y políticas de la burguesía en los principales países europeos. Esta burguesía con la invención de la máquina de vapor y sus consecuencias en el transporte, co­municaciones y comercio, se fortalece creando grandes sociedades industriales que dinamizan la producción, obteniendo con ésta grandes beneficios.
Frente a este proceso de desarrollo del sistema capitalista se oponen, desde sus comienzos, tendencias socialistas nacidas de las masas obreras que se van centran­do en los principales centros urbanos. La masa obrera es la que sufre las peores consecuencias de este nuevo sistema de producción capitalista, caracterizado por una explotación inhumana del obrero.
Marx, desde sus años de formación intelectual, en un medio universitario domi­nado por la tendencia especulativa del idealismo alemán, de ser hegeliano de iz­quierda y demócrata liberal, pasa pronto a tomar partido por las corrientes socialis­tas y comunistas que empiezan a gestarse en los medios obreros de los países más industrializados como Inglaterra y Francia.
Factores ideológicos
En el siglo XIX europeo se consolidan varias ideologías que desde entonces marcan, desde el punto de vista político, la dialéctica de las actuales ideas: el idea­rio liberal y el ideario socialista.
El liberalismo se presenta históricamente como una ideología racionalizante de los países capitalistas industrializados de Europa; como la ideología de la bur­guesía, que estaba en pugna con los intereses y la cultura medieval y por eso aparece como una filosofía del progreso, de la libertad, de la racionalidad, justificando el cambio operado por las relaciones económicas.
Por eso, en esta época, el liberalismo cumplía un papel esencialmente progresis­ta, revolucionario, pese a que sólo consolidó un tipo restringido de democracia par­lamentaria y un ideario abstracto de los derechos humanos. El Marx de la primera etapa, el periodista de la Gaceta Renana, está totalmente imbuido de la ideología liberal y dentro de esta óptica escribe los primeros artículos
— Otra ideología es la socialista que de algún modo pretende modificar los males del capitalismo naciente. La palabra socialista designa a todos aquellos que postulan un "nuevo sistema social" en contraste con el orden individualista que prevalecía en lo económico; pero que originariamente no tenia en cuenta, ni habla­ba del proletariado ni de la lucha de clases contra algún sistema.
Dentro del socialismo europeo hubo tres tendencias que fueron consideradas más tarde por Marx como "utópicas", no por sus ideales comunitarios, sino por los me­dios y estrategias de cambio que promovían sin tener que pasar por la revolución. Representantes de estas tendencias, son: Founer, Saint Simón y Ethienne.
— Las ideologías filosóficas de la época giraban en torno a la filosofía de Hegel. A su muerte, sus ideas se fragmentaron en dos grupos de seguidores: la izquierda hegeliana, que aceptaba el método dialéctico y rechazaba el sistema idealista; y la derecha hegeliana, que aceptaba el conjunto de la filosofía de Hegel.
Factores de desarrollo de las ciencias
Ya desde el Renacimiento habían comenzado a desarrollarse en forma conside­rable, el método experimental así como las diversas ciencias naturales, llegando a un desarrollo notable en el siglo XVIII por causa de los descubrimientos y adelantos técnicos. El marxismo se siente heredero de este gran desarrollo de las ciencias naturales y ve en él las premisas científico-naturales necesarias para sus ideas dialécticas.
El materialismo dialéctico afirma el carácter científico y se opone radicalmente a la metafísica, al idealismo y a la religión. También hay que destacar la insurgencia de otras ciencias que estaban en proceso de maduración en los siglos XVIII y XIX, como son: psicología dentro de las corrientes empiristas. la sociología de Augusto Comte, la economía política de Adam Smith
En síntesis, podemos afirmar que el marxismo surge de la problemática que se venía gestando en el siglo XIX, y se caracteriza fundamentalmente por la comprensión científica de la realidad natural y social, y por su rechazo al capitalismo domi­nante, con la fnnalidad de transformar las condiciones sociales de la humanidad. Marx en su actividad intelectual y política tuvo la ayuda y colaboración de Engels, si bien éste se mantuvo en un voluntario segundo plano y siempre reconoció a Marx como el auténtico responsable de la formulación del marxismo.
VIDA Y OBRAS DE CARLOS MARX (1818-1885)
Nace en Tréveris (Renania) región de Prusia, próxima a Francia, donde se había producido mayor desarrollo económico y social. Nieto y sobrino de rabinos judíos; su padre era abogado liberal convertido al protestantismo, simpatizante de las ideas ilustradas de la Revolución Francesa.
Se traslada a la universidad de Bonn y luego a Berlín (1836), seis años después de la muerte de Hegel. Abandona progresivamente el estudio del derecho por el de la historia y filosofía. En Berlin se integra en el grupo de jóvenes hegeliano con los que comparte su inconformismo político y su concepción critica de la filosofía Rea­liza su tesis doctoral en filosofía, titulada: "Diferencias entre la Filosofía de la Na­turaleza en Demócnto y Epicuro".
Período especulativo (1842-1848)
Con el bagaje filosófico adquirido y una formación fundamentalmente especula­tiva, muy influida por la obra de Hegel, Marx entra primero de colaborador y luego, redactor de la Gaceta Renana (1842), diario de oposición liberal en la zona más industrializada de Alemania.
En su nueva situación periodística tiene que enfrentarse a diario con los proble­mas concretos en los que se hace patente la lucha de intereses económicos y sus estrechas relaciones con el poder político. Las dificultades con la censura le obligan a abandonar el periódico. Se casa y emigra a París (1843) donde entra en contacto con las sociedades secretas socialistas y comunistas. El enfrentamiento con la reali­dad política y económica que supuso para Marx su paso por la Gaceta Renana le lleva a revisar sus concepciones filosóficas anteriores. En París redacta los "Manus­critos de economía y filosofía" donde influenciado por Feuerbach hace una critica a la filosofía hegeliana y a la economía política. En ella expone su teoría de la "alie­nación". Expulsado de Francia por presión del gobierno prusiano, llega a Bruselas. y con Engeis, a quien ya conocía, emprende una serie de trabajos polémicos donde expone sus nuevas ideas. En Bruselas escribe: La Sagrada Familia, La ideología alemana. Tesis sobre Feuerbach, Miseria sobre la filosofía y Manifiesto del parti­do comunista. En estas obras encontramos las primeras formulaciones de la nueva concepción de la sociedad y la historia
Período revolucionario
Al producirse la revolución del 48. Marx es expulsado de Bruselas. Después de pasar algún tiempo en París, invitado por el gobierno revolucionario, y luego en Colonia, donde dirige la Asociación Obrera y redacta las "Reivindicaciones del par­tido comunista de Alemania", Marx se traslada definitivamente a Londres (1847), donde vive hasta su muerte. Estos años están consagrados al estudio y a la investi­gación y a la actividad política en la dirección del movimiento comunista interna­cional. Su situación familiar, amenazada frecuentemente por la enfermedad y la miseria económica, es apenas mitigada por las ayudas que recibe de Engels.
Los trabajos teóricos de Marx en estos años, aparte de sus abundantes colabora­ciones periodísticas sobre actividad política, se centran fundamentalmente en el análisis histórico de los grandes movimientos sociales, hecho según los presupues­tos de su nueva concepción de la sociedad y de ¡a historia (materialismo histórico). Y sobre todo, durante largos años de estudios de economía, redacta su gran obra: El capital, donde expone las bases de sus ideas económicas socialistas, sus críticas de la sociedad existente, del modo de producción capitalista y de sus consecuencias.
En cuanto a su actividad política, está relacionada principalmente con la crea­ción en 1864, y la posterior evolución, hasta que se disuelve en 1876, de la Asocia­ción Internacional de Trabajadores, la Primera Internacional Socialista, a la que Marx aporta el cuerpo de doctrina más consistente y elaborada. En ella se enfrenta a aquellos que esperaban la solución de los problemas de la reforma del sistema capitalista o que daban un giro nacionalista a la lucha de los trabajadores. Defiende la necesidad de constituir un poder político fuerte para la clase obrera (dictadura del proletariado), que debía asegurar el éxito de la revolución y el paso a una sociedad socialista.
CRÍTICA A LA FILOSOFÍA DE HEGEL: FEUERBACH
La izquierda hegeliana apoyándose en la dialéctica critica el sistema filosófico de Hegel. Feuerbach fue el primero en calificar la filosofía de Hegel como idealista, abs­tracta y deformadora de la realidad.
Recordemos que la categoría principal en el sistema de Hegel es el "Espíritu" Este concepto (que ha podido asociarse a la idea de Dios concebido en forma panteísta) en el que finalmente se resume la realidad en la forma de "idea absoluta", se mani­fiesta como "espíritu absoluto" de diversos modos, (y en concreto el cristianismo protestante, religión del Estado prusiano) queda asumida en el sistema de Hegel como suprema manifestación de la razón, (aunque aparezca subordinada a la filoso­fía) Feuerbach entra en la discusión que de estas tesis se hacían en los círculos de los jóvenes hegelianos y llega a la conclusión de que Hegel hace una teología "camuflada". La idea absoluta ocupa, según Feuerbach, en la filosofía de Hegel, el lugar de Dios en la teología, y la naturaleza y el hombre aparecen como seres ema­nados de ese Dios.
Feuerbach, que primero fue teólogo y luego ateo, considera que la teología de Hegel hay que reducirla a "antropología". Según él, el principio radical de la filoso­fía no es el "espíritu", sino "el hombre", la especie humana, que ha de ser conside­rada como el punto de partida de cualquier especulación filosófica válida.
Desde esta perspectiva la religión y los dioses son creación humana. Feuerbach afirma que los hombres han creado a Dios, de acuerdo con sus necesidades y angus­tias, y no al revés; y lo han creado a su imagen y semejanza proyectando e hipostasiando luego en la idea de Dios las cualidades de la humanidad.
Este proceso por el que el auténtico creador, el hombre, termina subordinándose y adorando su propia creatura. Dios, Feuerbach lo llama "alienación", es decir, se da un sometimiento a "algo" que es extraño al hombre: Dios
El hombre debe liberarse de esta "alienación" mediante la educación y la ilustra­ción, y ocupar el lugar que Dios le ha usurpado en el marco de una nueva religión de la humanidad, de un nuevo humanismo.
Feuerbach resumió así su evolución intelectual: "Mi primer pensamiento fue Dios; el segundo la razón; el tercero y último el hombre" El sujeto de la divinidad es la razón, pero el de la razón es el hombre.
Ley de la unidad y lucha de contrarios: La realidad es esencialmente "contradicción", oposición dialéctica. Engels afirma: "Toda realidad es una lucha de contrarios", esto es, cada estado de la mate­ria lleva en sí su contrario. Las contradicciones internas son propias de los objetos, de las cosas, pues todas esas realidades tienen algo positivo y algo negativo. Ejem­plo: la semilla de arroz tiene una fuerza que la impulsa a quedarse en semilla y otra a pudrirse. La espiga es la negación de la semilla.
Ley de la negación de la negación: La oposición de los contrarios en el enfrentamiento dialéctico se supera me­diante la "negación de la negación". O como decía Hegel: "Aquello que perece, se aparece de algún modo, en algo nuevo, que al negarlo lo conserva, constituyéndose a la vez en un nuevo momento del proceso". Este proceso dialéctico de la realidad el materialismo dialéctico lo expresa a través de tres momentos: "Tesis" = afirmación de algo: "antitesis = negación de la tesis: "síntesis" = negación de la negación.
En virtud de esta "síntesis" es como se realiza la evolución en el universo que, para el marxismo, es siempre evolución progresiva. Por eso la evolución surge de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior.
MATERIALISMO HISTÓRICO: CARLOS MARX
El estudio del materialismo histórico supone entrar en el examen de las "catego­rías" o "conceptos fundamentales" del marxismo de Marx y de su aplicación al aná­lisis y a la interpretación de los fenómenos sociales e históricos.
Marx sintetiza su teoría de la sociedad y de la historia (materialismo histórico) en el prólogo de la obra: Contribución a la crítica de la economía política. Este texto es considerado por algunos como la carta fundamental del materialismo histó­rico, en el que Marx expone sus categorías fundamentales. Tratamos aquí de hacer un resumen de ellas y con ello conseguir una visión general de la evolución teórica de Marx y de sus principales resultados.
Anatomía de la sociedad civil
Hegel en su Filosofía del Derecho hace un análisis de la sociedad, distinguien­do entre "sociedad civil" o esfera en que se produce la lucha de intereses individua­les y de grupos; y el "Estado", o esfera que encarna el poder universal y el interés general (situándola por encima de la sociedad civil).
Marx realiza una crítica a esta estructura social y afirma que, en realidad, el Estado es una creación de la sociedad civil y que lejos de encarnar el interés gene­ral, está condicionado por las relaciones sociales-económicas, que son las que cons­tituyen en la base de la sociedad civil. Por "anatomía de la sociedad civil", Marx entiende las estructuras fundamenta­les que constituyen el tramado básico de las actividades económicas que es la socie­dad civil. Luego la "anatomía de la sociedad civil" hay que buscarla, según Marx, en la economía política, es decir, en e) estudio sistemático de las relaciones sociales rela­tivas a la producción y distribución de bienes materiales.
Producción social de la vida
En Bruselas sigue sus estudios de economía política y llega a la categoría "pro­ducción social de la vida". Según Marx, la diferencia entre e) hombre y el animal se inicia a partir del momento en que el hombre comienza a "producir medios de vida". Al producir sus medios de vida produce indirectamente su propia vida material.
La forma de producir los hombres sus medios de vida depende ante todo de la naturaleza misma de esos medios de vida que encuentra a su alcance. Este modo de producción consiste en un determinado modo de manifestar su vida, es decir, de un modo de vivir. Según esto, Marx afirma que: "Tal y como los hombres manifiestan su vida, asi son", entonces lo que ellos son coincide con lo que producen y con su modo de producción. La producción social de la vida, Marx la desarrolla en tres momentos:
a) En un primer momento: es necesario que los hombres se hallen "en condi­ciones de poder vivir" Pero para poder vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse, salud, etc.. es decir, que puedan producir los medios indispensables para satisfacer estas necesidades básicas para la "producción de la vida". Esta condición necesita cumplirse todos los días, en todos los pueblos, en todo tiempo, para asegurar la vida de los hombres.
b) El segundo momento: una vez satisfechas estas necesidades básicas (que su­ponen una serie de acciones para satisfacerlas, y al mismo tiempo los medios necesarios) éstas lo llevan a nuevas necesidades. La creación de nuevas nece­sidades constituye el primer hecho histórico.
c) El tercer momento en el desarrollo histórico: al renovarse diariamente los hombres su propia vida, comienza la "procreación" de nuevos hombres, crean­do "nuevas relaciones sociales". A la primera relación social que se da en la familia al multiplicarse los hombres y multiplicarse las necesidades, las rela­ciones familiares quedan en un segundo plano, ante las nuevas relaciones que se van presentando.
En consecuencia: "la producción de la vida" pasa por diversos momentos en los que se van creando nuevas necesidades y nuevas relaciones sociales. De donde se deduce que un determinado modo de producción conlleva a una determinada rela­ción social.
Relaciones de producción
Las relaciones de producción son las relaciones que se establecen entre los dis­tintos miembros de una sociedad histórica concreta, en la realización de las activi­dades que aseguran, en un sentido amplio, la "producción social de la vida" según un determinado "modo de producción".
Estas relaciones vienen determinadas, por una parte, por el lugar que se ocupa en la "división social del trabajo", es decir, qué es lo que a cada cual le toca hacer en ese concreto modo de producción, y, por otra parte, por el "intercambio, la distribu­ción y apropiación del beneficio social", esto es, qué parte se lleva cada cual del producto global obtenido para satisfacer las necesidades de los distintos miembros de la sociedad.
De aquí que las relaciones de producción tengan su expresión jurídica en las relaciones de propiedad. La desigual distribución del trabajo y del beneficio que caracteriza las relaciones de producción de las sociedades donde existe la propiedad privada de los medios de producción conlleva, según Marx. a la existencia de "clases" antagónicas: (esclavo-hombre = sociedad esclavista), (siervo de la gleba-señor feudal = sociedad feudal), (proletario-capitalista = sociedad capitalista).
Esta existencia de clases antagónicas conlleva la "lucha de clases" como fuente permanente de conflictos sociales y motor de la historia, con sus correspondientes efectos en otras manifestaciones de la vida social. En conclusión: los hombres (igual que nacen en una determinada familia o en un determinado país) se encuentran, necesaria e independientemente de su voluntad, formando parte de un sistema de "relaciones de producción" que corresponden a una determinada fase de desarrollo de las fuerzas productivas.
Fuerzas productivas
En el proceso de trabajo intervienen:
El objeto sobre el que se trabaja: la materia prima o bruta.
Los medios de trabajo (conjunto de instrumentos: sierra, martillo, máqui­nas, etc.).
Fuerzas de trabajo: la energia humana empleada (no la que desarrolla una máquina; ésta desarrolla trabajo, pero no fuerza de trabajo).
Fuerza productiva: es el resultado o combinación de dos factores: la fuerza de trabajo (energía humana-formación técnica del hombre), y los medios de trabajo (instrumentos, maquinas que se emplean en el trabajo).
Estos son los factores que dispone una determinada formación social en un mo­mento histórico concreto para resolver las necesidades de producción. Desde los tiempos prehistóricos en los que el hombre vive fundamentalmente de lo que ofrece la naturaleza y existe una elemental división del trabajo según el sexo, Marx constata un largo proceso de desarrollo social del trabajo, desarrollo que se va incrementando de forma especial con la revolución industrial y el modo de produc­ción capitalista.
Marx atribuye una importancia decisiva a las transformaciones en el desarrollo de las fuerzas productivas, de las que hace depender en gran medida los cambios en el orden de las relaciones de producción.
Estructura económica de la sociedad: infraestructura
Las relaciones de producción ligadas estrechamente al desarrollo de las fuerzas productivas, constituyen para Marx la estructura económica de la sociedad, base real de la sociedad. A esta estructura económica la llama infraestructura. La infra­estructura económica la constituyen: producción, distribución, intercambio y con­sumo.
Marx al calificar la infraestructura como "base real" de la organización econó­mica de la sociedad, esta señalando lo que considera el nudo central en la explica­ción de los conflictos sociales y de los grandes cambios históricos, frente a otros intérpretes de la historia, que atribuyen una fuerza decisiva a factores de otro orden (a la acción de Dios, a la acción de grandes hombres, etc.).
Superestructura
Sobre la "infraestructura" base real de la organización económica de la sociedad, Marx sitúa, en estrecha relación con ella, a otras instancias o manifestaciones de la vida social, que las llama "superestructura". Esta superestructura que veremos a continuación, consiste en construcciones que dependen de factores económicos (in­fraestructura) de la misma forma que un edificio se apoya en la cimentación.
La superestructura se manifiesta en:
a) El derecho y el Estado
El derecho en cuanto conjunto de normas que regulan el orden social', y el Estado, como institución política que busca el interés general de la sociedad. Según Marx en una sociedad de "clases", como es el caso del modo de producción capitalista, donde a través de un régimen de propiedad privada la clase dominante ejerce la propiedad de los medios de producción, también ejerce el control del poder del Estado y de las leyes que rigen la sociedad, poniendo el orden político y  jurídico en defensa de sus intereses contra los intereses de las clases trabajadoras.
b) Ideología: formas de conciencia social
Además en la superestructura se dan las "formas de conciencia social" o formas ideológicas o ideologías. Althusser define la ideología como un sistema (que posee su lógica y rigor pro­pios) de representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos) dotadas de una exis­tencia en el seno de una sociedad dada.
Sin embargo Marx le asigna un carácter negativo a la ideología, denominándola "falsa conciencia". La ideología "enmascara" los intereses de quienes poseen el po­der de la sociedad. La "falsa conciencia" que tiene la ideología hace referencia a aquellas "racionalizaciones" elaboradas y defendidas como verdaderas explicaciones de la realidad que no hacen sino ocultar o justificar los intereses propios de la clase domi­nante. Según el marxismo la ideología enmascara, oculta, encubre la verdadera rea­lidad.
En una sociedad puede haber diversas clases de ideologías:
Ideología jurídica: se da cuando en las constituciones de los Estados se pro­clama a los ciudadanos "jurídicamente libres e iguales y al pueblo como sobe­rano", siendo esto en la mayoría de los casos "puramente formal" pues la realidad es otra.
Ideología política: cuando el Gobierno "teóricamente" es árbitro imparcial en la defensa de los ciudadanos, mientras que en realidad es instrumento de opresión en manos de una clase dominadora.
Ideología religiosa: cuando se usa a la religión como sinónimo de "resigna­ción" ante las injusticias, y como justificación de los poderosos, y no se usa como instrumento de "liberación".
Ideología filosófica: cuando se usa a la filosofía como justificación de un sistema de explotación, negándole el carácter crítico ante todos los procesos ideológicos de la sociedad
Filosofía de la historia
Siguiendo la evolución intelectual de Marx, después de elaborar una teoría ex­plicativa de la "producción de vida", pasa a una generalización sobre el conjunto histórico de la humanidad, es decir, hace una "filosofía de la historia".
La historia como proceso dialéctico
Marx concibe la historia como un proceso de maduración de la especie humana para "producir" medios con los que satisface las crecientes necesidades.
Siguiendo a Hegel afirma que la historia es "dialéctica", es decir, la concibe animada por "contradicciones" históricas que tienen lugar en la "infraestructura" económica, esto es, en la relación entre propietarios de los medios de producción y las fuerzas productivas. Estas contradicciones se manifiestan en la "lucha de clases" que operan como "motor de la historia" Las contradicciones entre las clases que en un momento son conflictivas, posteriormente se vuelven "antagónicas" en cuanto que cada clase defiende su posición en el proceso productivo.
En el Manifiesto del partido comunista, Marx. dice: "La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases". De aquí que la historia sea también para Marx el escenario de la "alienación cre­ciente del hombre".
La alienación en Marx
Para Marx el sujeto de la historia es el "hombre", el hombre concreto, real, vi­viente, que necesita realizarse en el trabajo. El trabajo es la actividad creadora del hombre. El hombre fundamentalmente, no es conocimiento contemplativo, sino "tra­bajo productor", trabajo creador.
El hombre al trabajar "se proyecta sobre los productos de su trabajo”, es decir, pone en cada producto algo de su ser, toda su energía humana, sus cualidades, su imaginación, sus esfuerzos, su mente, de esta forma el producto tiene rostro huma­no. Nosotros podemos conocer al hombre del neolítico, porque podemos estudiar lo que ese hombre ha producido (dólmenes, menhires, hachas de sílex, etc.). En esos productos conocemos al hombre porque en ellos se proyecta de tal manera que el producto queda "inhumanizado".
Pero. ¿qué ha sucedido a lo largo de la historia? Qué el producto del trabajo que los hombres han realizado con su trabajo no les ha servido para mejor producción de vida (comer, vestir, salud, educación, etc.), sino que ha sucedido todo lo contrario, los ha empobrecido más. es decir, los ha "alienado".
El producto del trabajo queda convertido en "mercancía" que vende en el merca­do a cambio de un salario, destinado a reponer la fuerza de trabajo. Ese producto "mercancía" es vendido a los propietarios de los medios de producción que lo utili­zan para fines lucrativos, y para obtener mejores ganancias. Entre la fuerza de trabajo pagada en" salario" y la utilidad obtenida por el patrón al vender el producto existe una diferencia de valor que la apropia el capitalista y le utiliza según la lógica del sistema capitalista. A esta diferencia de valor, Marx la llama "plusvalía"; "valor no pagado al obrero",
 
LA ALIENACIÓN EN
 
 
 
HEGEL
 
FEUERBACH
 
MARX
 
Sujeto enajenado
 
La Idea
 
El Hombre
 
El Obrero
 
Actividad en que se enajena
 
Espiritual
 
De la Conciencia
 
Trabajo
 
Carácter de esta actividad
 
Teórica
 
Teórica (falsa auto-conciencia)
 
Práctica (acto de producción)
 
Objetivación del sujeto enajenado
 
Universal (en la naturaleza, la historia, la cultura)
 
En Dios
 
En los productos del trabajo
 
Superación de toda enajenación
 
Mediante el autoconocimi-
ento absoluto de la Idea
 
Mediante la crítica materialista de la religión
 
Mediante la abolición de la propiedad privada
 
Hacia una sociedad sin clases
¿Cómo se produce el cambio de una sociedad capitalista a una sociedad socialis­ta o comunista? Marx es consciente de que cada día las relaciones de producción entre las dos clases se van haciendo más conflictivas. Es necesario un cambio "cua­litativo", es decir, un cambio histórico profundo en los medios de producción, ya que son éstos los que han cambiado la historia
Este cambio cualitativo, de una forma social de producción (capitalista) basada en la propiedad privada de los medios de producción, en otra forma de sociedad donde los medios de producción sean colectivos, sólo es posible por medio de la "revolución".
Marx, en la Ideología alemana, refiriéndose a la revolución, dice: "La revolu­ción no sólo es necesaria porque es el único medio de derrocar a la clase dominante, sino también porque la revolución permite a la clase que derriba a la otra, "barrer" toda la podredumbre del viejo sistema en que está sumergida y hacerse capaz de fundar una sociedad sobre bases nuevas.
En este proceso de cambio profundo la clase obrera irá tomando conciencia de clase, donde finalmente conseguirá, a través de sus organizaciones políticas, apode­rarse del poder político y arrebatar despóticamente (dictadura del proletariado) los medios de producción a la burguesía, en nombre de la inmensa mayoría.
 A través de un periodo de transición, en el que aún perdurarán rasgos de la sociedad anterior, se irá logrando progresivamente la desaparición de las clases y también el paso a un nuevo modo de producción: "la sociedad socialista", donde el "poder sobre las personas" seria sustituido por la "administración de las cosas".
SEGUIDORES DEL MARXISMO
El marxismo de Marx y de Engels fue adaptado por los organizadores de la Revolución Rusa (1917) que impusieron el comunismo en las Repúblicas Soviéti­cas. Dentro de los seguidores del marxismo podemos identificar dos corrientes:
Marxismo ortodoxo
Una vez hecha la revolución los dirigentes, Lenin primero y Stalin después, se constituyen en guardianes y únicos intérpretes autorizados de las doctrinas de Marx y de Engeis. Todo esto lo realizan a nombre del Partido Comunista. Para salvaguar­dar la unidad y asegurar los frutos de la revolución consideran indispensable guar­dar estrictamente las enseñanzas de Marx y de Engeis, así sistematizan una doctri­na social del Partido que tienen que aceptar todos sin excepción. Se constituye así la ortodoxia marxista y el Partido tratará por todos los medios de mantenerla intacta. Con ello la labor filosófica en Rusia se ha limitado a una mera exégesis o exaltación de la doctrina oficial.
Marxismo occidental
Fuera del dominio ruso se dan una serie de autores que declarándose marxistas se han negado a admitir la tutela de la doctrina oficial y han emprendido la inter­pretación personal del marxismo, volviendo a los textos originales de Marx y de Engels. Estos filósofos con las debidas peculiaridades en cada caso, forman lo que se ha llamado marxismo occidental, en contraposición al marxismo ruso y chino que se consideran doctrinas oficiales.
Estos filósofos consideran que en Marx, junto a unas ideas aún válidas, hay otras ideas que por las circunstancias históricas y políticas ya han sido superadas. La liberación del dogma oficial y la consiguiente libertad de interpretación ha­cen posible que en un mismo pensador, junto a las raices auténticamente marxistas, aparezcan otras influencias debidas a las modernas corrientes del pensamiento, en­tre las que priman el humanismo, el historicismo y el estructuralismo
Antonio Gramsci (1891-1937). Escribe casi toda su obra prisionero de los facistas italianos. Considera que la filosofía de la praxis es una teoría de la historia. La auténtica filosofía de la praxis es la dialéctica, donde se anudan historia, economía, política.
Esta filosofía no es ya únicamente patrimonio de los grandes intelectuales, o de los filósofos de profesión, sino que tiene que hacerse patrimonio de las masas. Pero no porque éstas la adquieran por si mismas, sino porque se la impone una minoría intelectual dirigente y se la impone de un modo dogmático. Gramsci dirá que la masa no posee una capacidad de critica o discernimiento, sino de asimilación', por ello asume una serie de opiniones que se le presentan como certezas sin lugar a discusión.
Gyorgy Lucacs (1885-1961)
Asigna al marxismo, como función primordial, la explicación total del hombre y del proceso histórico a que se halla sometido. Formulo serios reproches al dogmatismo ruso y a su polarización en la acción revolucionaria, así como sus vacíos notables en el campo de la etica y estética. Advierte los errores que pueden cometerse con la mera aplicación de las leyes dialécticas y piensa que en el fondo lo que la dialéctica pide es una constante renovación y superación de la actividad humana.
Herbert Marcuse (1899-1979)
Tiene gran influencia en la juventud universitaria debido a que en sus obras halaga no sólo las aspiraciones más nobles, sino también los impulsos instintivos.
Observa que las masas obreras se han integrado en la sociedad capitalista en la que reciben indudables mejoras, pero sin alcanzar la libertad. A pesar de ello cree en la liberación futura de la humanidad que se conseguirá mediante la acción revo­lucionaria de la juventud y en particular de la juventud universitaria. En consecuen­cia, niega al proletariado su condición de protagonista de la revolución. Considera Marcuse que en la actual sociedad capitalista se hallan técnicamente presentes todas las fuerzas materiales e intelectuales necesarias para realizar su transformación en una sociedad libre que se caracteriza por la estética y la erótica.
ACTIVIDADES
a. De comprensión:
1. ¿Por qué el marxismo es materialista y dialéctico? Explica.
2. Explica las leyes dialécticas.
3. Haz una síntesis de la crítica de Feuerbach a Hegel.
4. Explica: medios de producción y fuerzas productivas.
5. ¿Por qué se da la "lucha de clases"?
6 Explica los diversos tipos de ideologías que se dan en la sociedad, según Marx.
7. Define: "infraestructura y superestructura".
8. Con un ejemplo explica la "plusvalía".
9. Explica la concepción de Marx sobre la "alienación".
10. ¿Cuál es el modelo de sociedad que propone Marx? Explica.
b. De explicación:
1. Diga las semejanzas y las diferencias entre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
2. ¿Qué semejanzas y qué diferencias hay entre el concepto de enajenación de Feuerbach y el de Marx?
3. Explica el significado de la frase de Marx: "La religión es el opio del pue­blo".
4. ¿Qué sentido y alcance tiene la frase de Marx "No es la conciencia del hom­bre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina la conciencia"?
5. Marx, es ¿un filósofo puro, ¿es un economista, ¿es un político Explica.
6. ¿Qué relación de afinidad o de contraste cabe establecer entre la concepción dialéctica en Hegel y en Engels?
c. Análisis de textos:
Texto I
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, siso que se niega, no se siente feliz. sino desgraciado, no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en si fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de si [...]. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo fañado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo [...]. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el traba­jador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece, en que cuando está en él no se pertenece a si mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo inde­pendientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabóli­ca, así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertene­ce a otro, es la pérdida de sí mismo.
K. MARX: Manuscritos de economía y filosofía, pág. 109
Responde a estas preguntas sobre el texto anterior:
1 Resume las principales ideas del texto
2 Explica el concepto de alienación económica que defiende Marx, relacionán­dolo con su teoría general de alienación. 3. Valora hasta que punto esa crítica sigue siendo valida en las formas actuales de organización de la economía, organización del trabajo, etc.
Texto II
Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época', o. dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello. al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes conce­bidas como ideas, por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son también las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, en­tre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello, por eso, en cuanto dominan como clase v en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión v. por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción v distribución de las ideas de su tiempo, y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas dominantes de la época.
MARX y ENGELS: La ideología alemana, pag. 50.
Responde a las siguientes preguntas:
1. Explica el significado de los siguientes conceptos: clase dominante, poder material, poder espiritual, relaciones materiales dominantes, ideas dominan­tes.
2. Resume las ideas principales del texto, destacando la tesis principal y las consecuencias derivadas de esta tesis.
3. Relaciona la tesis del texto con la concepción global de la sociedad y de la historia (materialismo histórico) defendido por Marx.
Texto III
El primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la democracia. El proletariado se valdrá de su dominación política para ir arrancando gra­dualmente a la burguesía todo el capital, para centralizar todos los instru­mentos de producción en manos del Estado, es decir- del proletariado organi­zado como clase dominante, y para aumentar con la mayor rapidez posible la suma de las fuerzas productivas.
Esto, naturalmente, no podrá cumplirse al principio más que por una viola­ción despótica del derecho de propiedad v de las relaciones burguesas de producción, es decir, por la adopción de medidas que desde el  punto de vista económico parecerán insuficientes e insostenibles, pero que en el curso del movimiento se sobrepasarán a sí mismas y serán indispensables como medio para transformar radicalmente todo el modo de producción.
Una vez que en el curso del desarrollo hayan desaparecido las diferencias de clase y se haya concentrado toda la producción en manos de los individuos asociados, el Poder público perderá su carácter político. El Poder político, hablando propiamente, es la violencia organizada de una clase para la opre­sión de otra Si en la lucha contra la burguesía el proletariado se constituye indefectiblemente en clase; si mediante la revolución se convierte en clase dominante y. en cuanto clase dominante, suprime por la fuerza las viejas relaciones de producción, suprime a] mismo tiempo que estas relaciones de producción las condiciones para la existencia del antagonismo de clase y de las clases en general, y. por tanto, su propia dominación como clase.
En sustitución de la antigua sociedad burguesa, con sus clases y sus antago­nismos de clase, surgirá una asociación en que el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de todos
K. MARX y F. ENGELS: Manifiesto del partido comunista, en Obras escogidas, tomo I. págs. 42-43
Responde a las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es el sentido que da Marx a la "dictadura del proletariado"
2. ¿Cuál es la finalidad con la implantación de la "dictadura del proletariado”?
3. Investiga ¿cuales son los puntos centrales del Manifiesto del partido comu­nista?