FILOSOFIA DEL LENGUAJE:
WITTGENSTEIN
INTRODUCCIÓN
La crisis
abierta en la fundamentación de la matemática a finales del siglo XIX, así como
el impulso que reciben las ciencias en su desarrollo con las nuevas teorías (de
la relatividad, cuántica, física atómica, etc.), hacen que los filósofos, sobre
todo del área cultural anglo-sajona presten especial atención a problemas
planteados en el terreno de la metodología científica.
Nace así el llamado
"Movimiento analítico" que, entendiendo la filosofía como análisis
del lenguaje, se desarrolla a lo largo del siglo XX fundamentalmente dentro del
área cultural anglo-americana.
El Movimiento
analítico se ha desarrollado en tres corrientes filosóficas más o menos
sucesivas:
— Atomismo lógico de Russell, que propone
el "lenguaje lógico" como modelo del lenguaje científico.
— Positivismo lógico o
neopositivismo de los filósofos del Círculo de Viena, que desarrollan el
análisis lógico del lenguaje como método para determinar el "lenguaje con
significado", es decir, el científico.
— Filosofía
analítica que mediante el análisis del "lenguaje ordinario"
amplían la perspectiva de la filosofía analítica más allá de la metodología
científica.
Sin embargo, el movimiento
analítico en cuanto tal, tiene a Wittgenstein como figura central, ya
que es el verdadero impulsor de este movimiento y quien genera las diversas
corrientes filosóficas que lo constituyen.
En su obra Tractatus
lógico-philosophicus recoge el pensamiento de lo que se ha dado en llamar
"primer Wittgenstein". Refleja las influencias del "atomismo
lógico" de Russell y es, a la vez,
fuente de inspiración para los filósofos positivistas lógicos o
neopositivistas.
En su obra
Investigaciones filosóficas recoge el pensamiento del llamado
"segundo Wittgenstein", y en ella revisa y amplía las teorías del
lenguaje expuestas anteriormente, abriendo el camino a las diversas variantes
que constituyen la "filosofía analítica".
EL MOVIMIENTO
ANALÍTICO
El movimiento
analítico tiene como común denominador el que todos los filósofos de las
corrientes que lo conforman dan primacía al "análisis del lenguaje".
Se trata de un movimiento de pensamiento (propio de ingleses y americanos) que
quiere dar un viraje decisivo en la concepción de la filosofía.
Esta reacción
contra el idealismo neohegeliano y la recuperación de la filosofía empirista va
a ser desarrollada en la Universidad de Cambridge por Russell, Frege, Moore. Su
pensamiento lo podemos resumir en los siguientes puntos:
—
Los seres individuales no se definen por sus relaciones a un conjunto, o lo que
es lo mismo, en virtud del lugar que ocupan dentro de la totalidad, como
pretendía el idealismo, sino que se definen mucho mejor por su independencia o
autonomía. Una cosa u objeto es lo que es independientemente de que forme parte
de un conjunto.
— Lo real no
se puede definir por su relación esencial al pensamiento, o lo que es lo mismo,
lo real no es lo que constituye el pensamiento, como así mismo afirmaba el
idealismo, sino lo que está ahí, lo dado, los hechos que se dan,
independientemente de una mente que los piense.
— El método
adecuado a la filosofía no es el método sintético (la unión de un sujeto y un
predicado), sino el "analítico" o método de la descomposición de las
partes de un todo o disección de los elementos de un conjunto. El universo no
es la totalidad, sino que consta de múltiples elementos, de muchas partes,
consta incluso de átomos. De ahí que a esta corriente filosófica se le llama
"atomismo lógico".
Este enfoque
de la filosofía, esta actividad realista-empirista, y este método analítico lo
aplican al lenguaje. Quieren buscar una filosofía que enlace seriamente con la
ciencia: y si la ciencia se expresa a través de juicios, proposiciones,
enunciados, o lo que es lo mismo, tiene expresiones lingüísticas, el lenguaje
debe constituir el objeto de la filosofía.
Russell y
Frege analizan el lenguaje ideal o lógico, mientras que Moore analiza el
lenguaje común u ordinario.
Es este
interés por el análisis del lenguaje lo que diferencia al "movimiento analítico"
naciente del empirismo clásico, que centraba su interés en el origen de las
ideas y en la elaboración de la teoría del conocimiento.
Positivismo
lógico o neopositivismo
El positivismo, tal como
se desarrolló a lo largo del siglo XIX. Acabó por presentarse como una
concepción filosófico-científica inaceptable por dos razones:
—
Por la crítica que le hizo el filósofo y literato Bergson, con su teoría del
"élan vital", que destrozó al positivismo, al mecanicismo
materialista y al cientifismo.
— Por la
misma evolución de la ciencia: la teoría de los "cuanta", del físico
Max Planck, y la teoría de la "relatividad" de Albert Einstein.
socavaron la fundamentación
científica de la filosofía de Comte.
Sin embargo, el
positivismo iba a surgir de nuevo revestido de un ropaje más moderno y
actualizado, bautizado con el nombre de "Positivismo lógico o
neopositivismo". También se le ha llamado "Empirismo lógico o
filosofía del Circulo de Viena".
El
"positivismo lógico" es una corriente del "movimiento
analítico" y se caracteriza porque su análisis filosófico lo realiza como
una "actividad" clarificadora del "lenguaje". El análisis
lo ejerce sobre las formas del "lenguaje científico" empleado por Max
Planck y Einstein: se trata de un "análisis formalista del lenguaje",
es decir, sobre las formas de un pensamiento científico.
El
positivismo lógico o neopositivismo, se caracteriza, por:
Ser una
filosofía del "lenguaje científico" sobre todo de la matemática, y
usa como medio la lógica. Se trata de la "lógica matemática". Esta
filosofía tuvo mucha importancia en el planteamiento y en el rigor de la
problemática y metodología científica.
Ser una
filosofía que no hace un análisis sobre el lenguaje, sino en su forma
"idealizada", es decir, "análisis formal".
Ser una
filosofía que pretende dar unidad a las "ciencias"; en el contenido,
en el lenguaje y en el método. Todo lo que no quepa en estos términos son
falsos problemas; de ahí, su rechazo a la metafísica. Ser una filosofía que ha
dado grandes aportes al lenguaje: el análisis, la semántica, la semiótica
(ciencia de los significados y teoría de los signos), el estudio de las lenguas
formales buscando la corrección y el rigor para evitar ambigüedades.
La
"filosofía analítica" es la tercera corriente filosófica integrada en
el "movimiento analítico". Esta corriente fue creada por discípulos
y seguidores de Wittgenstein que agrupados en torno a las Universidades de
Cambridge y de Oxford constituyen dos escuelas de la Filosofía analítica.
La
"filosofía analítica" desarrolla el "análisis del lenguaje
ordinario y proyecta a la filosofía más allá de la ciencia de nuevo.
Nace en
Viena, por entonces uno de los principales centros culturales europeos, en el
seno de una rica y culta familia industrial de origen judío. Su casa era centro
obligado de reunión de los más ilustres representantes de las letras y de las
artes de entonces.
1906. Estudia
ingeniería en Berlín.
1908. Se
traslada a Mánchester (Inglaterra) para seguir estudios de aeronáutica. Comenzó
a interesarse especialmente por las matemáticas y por los problemas de su fundamentación
científica. Entra en contacto con Russell y, a instancia de éste, con Frege,
ambos interesados en la fundamentación de las matemáticas.
1912. Se
preocupa más por la lógica y la filosofía que por la matemática y la
ingeniería. Se traslada a Cambridge a estudiar lógica con Russell y Moore. A la
muerte de su padre hereda una gran fortuna que distribuye en parte entre
escritores y artistas necesitados.
1913 Buscando la soledad, se traslada a
Noruega donde escribe Notas sobre Lógica.
1914 Regresa a Viena para alistarse como
voluntario en el ejército austríaco participando en la Primera Guerra Mundial.
Estando en campaña redacta su Diario e inicia la redacción de su
obra: Tractatus Logico-Philosophicus
1916 Durante nueve
meses es hecho prisionero y llevado a un campo de concentración, por los
italianos, en Montecasino, donde concluye el Tractatus.
1920 Empieza su actividad como maestro de
primaria en los pueblos de las montañas de Australia hasta 1926. Durante estos
años aparece traducido el Tractatus al alemán y al inglés. Entra en contacto
con los del "Circulo de Viena" = Neopositivismo.
1925 Escribe un Diccionario para la escuela
primaria, en el que recoge sus experiencias escolares sobre el
aprendizaje de las palabras en los niños.
1927 Abandona la actividad escolar con los niños y
se dedica a ser jardinero en un convento. Inicia una serie de trabajos
relacionados con la arquitectura y la escultura. Le construye una casa a su
hermana.
1929 Empieza a tener dudas sobre las ideas
expresadas en el Tractatus y decide volver a Cambridge y renovar
su dedicación a la filosofía. Se doctora en Filosofía con el Tractatus y se da
a conocer en el Círculo de Viena. Revisa las teorías expresadas, y en
particular la "teoría del lenguaje-figura" que sustituye por la
teoría de "juegos del lenguaje". Esta teoría la expone en los Cuadernos
azul, marrón y amarillo. En ellos recoge todas sus experiencias como
maestro de primaria
1939 Sucede a Moore en la cátedra en la
Universidad de Cambridge. En esta época escribe la primera parte de Investigaciones
filosóficas. Abandona la Universidad para participar como voluntario en
la Segunda Guerra Mundial, ejerciendo de ayudante de enfermero en un hospital
de Londres.
1947 Renuncia a la cátedra de la Universidad y se
retira a vivir en completa soledad. Escribe la segunda parte de Investigaciones
filosóficas, concluida en 1949.
1951 Muere de cáncer en Cambridge en casa de un
médico amigo. A él le hizo este último encargo: "Dígales que he tenido una
vida maravillosa".
Si nos atenemos al
propósito que subyace en toda la obra de Wittgenstein, su proyecto aparece como
esencialmente unitario: "establecer los límites del lenguaje con el fin de
mostrar que hay aspectos de la realidad a los cuales no podemos acceder de un
modo adecuado por medio del lenguaje lógico formal o científico.
Sin embargo, si nos
fijamos en el contenido de sus obras más importantes, tenemos que hablar de un
"primer Wittgenstein", el del Tractatus, y un "segundo
Wittgenstein" el de Investigaciones filosóficas.
Primer Wittgenstein: Tractatus
logico-philosophicus
Antecedentes a la obra: Frege y Russell
Aunque
Wittgenstein hizo estudios superiores de ingeniería (seguramente impulsado por
su padre, que fue uno de los fundadores de la industria del hierro y del acero
en Australia), sin embargo, a través de sus amigos e intelectuales que frecuentaban
su casa, vivía una honda problemática filosófica que se inscribe en la línea
del pensamiento metafísico que va de Kant, Schopenhauer y Nietzsche, y se
centra en la consideración de los límites de la razón.
En Inglaterra
al ponerse en contacto con las obras de Frege y Russell, busca una
clarificación lógica del pensamiento, es decir, la constitución de un
"lenguaje que signifique algo de verdad", que tenga unos límites
preciosos, que nos indique con seguridad el camino a seguir. A Wittgenstein le
interesaba "el lenguaje en cuanto que es reflejo de nuestras posibilidades
de hablar sobre el mundo"; su gran preocupación es explicar la naturaleza
de las proposiciones, y gracias a las obras de Frege y Russell había llegado a
una delimitación formal de "lo que se puede decir" al conseguir una fundamentación
lógica de las matemáticas. Digamos algo sobre el pensamiento de estos dos
filósofos:
— Gottlob Frege (1848-1925)
Es
considerado como el fundador de la lógica moderna y de la filosofía del lenguaje.
Retomando a Leibniz. Afirma que los enunciados matemáticos (verdades de razón),
no se obtienen inductivamente, sino "analíticamente"; es decir, que
la verdad de los enunciados matemáticos, no depende del mundo externo o campo
experimental, sino de la "comprensión" de los términos utilizados;
está incluida en ellos.
Avanzando por los caminos
de la lógica y siguiendo los procedimientos matemáticos, Frege, desarrolla la
Lógica preposicional: estableciendo un sistema de signos, por medio de unas
reglas de inferencias que operan sobre tales signos, se genera una sintaxis
lógica. Sobre ésta, a partir de la distinción entre "sentido" y
"referencia", se construye una dimensión matemática exacta que nos
permite saber si una proposición es verdadera o falsa. La
"referencia" es el objeto extralingüístico, la cosa a la que se
refiere el término, mientras que el "sentido" es lo que capta el
individuo en el lenguaje como miembro de una comunidad lingüistica determinada.
Wittgenstein cree con
Frege, que el primer requisito para filosofar es la gramática, pero en contra
de él, considera que las proposiciones lógicas por ser tautológicas o
verdaderas en si mismas, no dicen nada, no representan ningún estado de cosas.
— Bertrand
Russell (1872-1970)
Trabajó
inicialmente en la fundamentación lógica de las matemáticas, lo que le llevó a
la afirmación de un lenguaje ideal, lógicamente perfecto, necesario para evitar
ambigüedades propias del lenguaje ordinario y enfrentarse así a la comprensión
de los hechos que acaecen en el mundo y satisfacer las aspiraciones
cognoscitivas de la filosofía.
El análisis
de los estudios lógicos de los hechos del mundo, le llevó a establecer sus
teorías sobre el "lenguaje y la realidad"; la teoría del
lenguaje se conoce como "atomismo lógico", y la teoría
de la realidad, como "teoría descriptiva o referencial del
significado".
Russell, adoptando un
punto de vista empirista-fenomenista, reduce lo real, las cosas-objetos. a las
sensaciones. Con las sensaciones, el entendimiento elabora sus propias
"construcciones lógicas"; que no son, pues. sino "reflejos"
de las cosas. Con frecuencia las cosas aparecen relacionadas unas con otras, se
nos manifiestan en forma compleja; sin embargo, las cosas son simples,
responden a los objetos individuales que constituyen el mundo físico.
Paralelamente, el
entendimiento las expresa también de forma compleja, enunciándolas mediante
proposiciones moleculares (por ejemplo, "si llueve no podemos ir al
cine"): sin embargo el análisis descubre que las proposiciones moleculares
pueden reducirse a proposiciones atómicas (en el ejemplo anterior:
"llueve" y "podemos ir al cine"); esto es así, porque el
lenguaje no hace sino descubrir la realidad, "referirla".
Como el lenguaje se
constituye sobre nombres que designan objetos individuales físicos, el
significado de tales nombres es el objeto que "describen".
Ahora bien, como estos
objetos individuales físicos entran en relación unos con otros por medio de sus
cualidades, componen lo que denominamos "hechos"; así cuando hablamos
no nos referimos a objetos individuales físicos, sino a "hechos", es
decir, a las relaciones de cualidades entre sí.
En
definitiva, para Russell, mediante el lenguaje establecemos relaciones entre
hechos y éstos son susceptibles de ser analizados lógicamente. Como la realidad
aparece enmascarada por el lenguaje, a través de las "construcciones
lógicas"; propias del entendimiento, solamente podemos
"acceder" a esa realidad a través del análisis de nuestras
estructuras lógicas de pensamiento.
Wittgenstein, se apoya en
la "teoría descriptiva o referencial" para elaborar su teoría
"figurativa del lenguaje". En ella mantiene que el significado de un
nombre es un referente extralingüístico, es decir, la cosa simplemente que
nombra.
También se
apoya en la "teoría del atomismo lógico" para expresar su teoría de
la "función de verdad".
El Tractatus
es una de las obras más concisas y enigmáticas de toda la historia
de la
filosofía. La obra consta de siete temas o proposiciones y va seguida de un
desarrollo, también preposicional, de tipo decimal.
Este desarrollo consiste
en una colección de sentencias cortas, concisas, sintéticas, expresadas en
forma lógica y con cierta vaguedad poética, que le dan un marcado acento
enigmático. Por su estilo y los temas tratados resulta ser un libro difícil de
comprender. De hecho desde el mismo momento en que se dio a conocer ha tenido
múltiples interpretaciones.
Wittgenstein, al referirse
a él, dice: "El libro trata de problemas de filosofía y muestra que la
formulación de esos problemas descansa en la falta de comprensión de la lógica
de nuestro lenguaje". Todo el significado del libro puede resumirse en
cierto modo en lo siguiente: "todo aquello que puede ser dicho, puede
decirse con claridad; y de lo que no se puede hablar, mejor callarse".
Estas
palabras, junto con el reconocimiento de la dificultad de comprensión,
explicitan el objeto del libro: "trazar unos límites a la expresión de los
pensamientos". Como el pensamiento se expresa mediante el lenguaje, si
analizamos en qué consiste éste, determinaremos lo que se puede decir.
El análisis
del lenguaje, en esta obra, la realiza Wittgenstein partiendo de dos supuestos
fundamentales, en dos teorías del lenguaje:
— Que la
estructura del lenguaje es revelada por la lógica: teoría de la "función
de verdad".
— Que la
función esencial del lenguaje es presentar el mundo: teoría "figurativa
del lenguaje".
Analicemos
ambas teorías:
a) Teoría
de la "función de verdad"
En los
preliminares de "Notas sobre la lógica" (1913), ya había advertido
Wittgenstein que la filosofía consta de lógica y ontología (y que la lógica era
la base de la ontología).
Las proposiciones de la
lógica son tautológicas y vacías, nada de lo que acaece en el mundo puede
refutarlas ya que nada dicen acerca del mundo.
La lógica es
un puro cálculo mecánico "a priori" que determina si ciertas combinaciones
de símbolos son válidas o no. están bien hechas o no, atendiendo para ello no
al significado de dichos símbolos, sino tan sólo a las reglas sintácticas que
rigen sus combinaciones. Si queremos saber si una proposición es o no lógica,
lo único que tenemos que hacer es aplicarle el "método cero", es
decir, construir su "tabla de verdad" y comprobar cuándo la
proposición es siempre verdadera. La lógica da cuenta de sí misma.
Pero en el Tractatus,
apoyándose en la teoría del "atomismo lógico", afirma que aunque
la lógica no describa el mundo, es condición necesaria para cualquier descripción
que pretendamos hacer del mismo. La lógica, dada su condición de
trascendentalidad (sus principios son los más normativos y necesarios), nos
dice la manera como de hecho pensamos, la forma como se nos presenta el mundo.
La lógica constituye la
base para la epistemología: "es la proposición la que con su verdad o
falsedad muestra la forma lógica de la realidad". La lógica es, por tanto
un reflejo del mundo en cuanto que hace posible que podamos describirlo. La
lógica se puede aplicar a cualquier sistema lingüístico que pretenda descubrir
la realidad porque los lenguajes, en cuanto conjunto de proposiciones, son
funciones de verdad de ciertas proposiciones elementales lógicas. El lenguaje y
la lógica, al tener el mismo número y tipo de elementos, coinciden en la forma
proposicional, son "isomorfos": "todas las proposiciones de
nuestro lenguaje ordinario están efectivamente. tal y como son ordenadas de un
modo completamente lógico".
b) Teoría
"figurativa del lenguaje"
Nuestro
lenguaje conecta con el mundo porque su función principal es representarlo, al
igual que sucede entre el mapa y el terreno del que el mapa es representación.
En la teoría figurativa,
Wittgenstein quiere mostrarnos que la función del lenguaje es
"representar" el mundo y para ello se apoya en la teoría descriptiva
o referencial del significado de Russell.
Para que un
lenguaje tenga una relación con la realidad, de manera que se pueda decir que
sus proposiciones pueden ser verdaderas o falsas, se necesita:
—
Que la realidad esté compuesta de objetos simples. Ya vimos, en Russell que el
lenguaje se construye sobre nombres que designan objetos simples (cosas).
— Que las
proposiciones atómicas figuren hechos de la realidad. Igualmente vimos que
cuando los objetos individuales físicos están en relación unos con otros por
medio de sus cualidades, componen lo que se llaman "hechos"; estos
hechos los expresamos en forma de proposiciones.
A pesar de que las estructuras
del lenguaje (nombres-proposiciones) y la estructura de la realidad
(objetos-hechos) consten de diferentes signos, sin embargo, en cuanto que
tienen la misma forma lógica, comportan la misma forma de "figuración".
Es, pues, una
"relación figurativa" la que mantiene el lenguaje con la realidad. La
relación figurativa: consiste en la coordinación de los elementos simples
de la proposición, es decir, los nombres con los objetos o cosas simples de la
realidad. Cuando pensamos, lo que hacemos es proyectar unos signos
proposicionales sobre un posible estado de cosas correlacionándolos
biunívocamente. El pensamiento es intencional, hace referencia a algo distinto
de sí mismo. Como el pensamiento se explícita en signos proposicionales
perceptibles sensorialmente. en palabras, son éstas las que constituyen el
sentido de la proposición y, si ésta es verdadera, muestran cómo están las
cosas.
Si queremos entender el
sentido de las proposiciones, lo que tenemos que saber es qué objetos designan
los nombres que las integran. Una vez que conocemos su referencia, es la misma
configuración de los nombres en la proposición la que muestra cuál es la
posible configuración de las cosas en el mundo que representan. De esta manera
la lógica se convierte en fundamento de la ontología.
El valor de
verdad de las proposiciones elementales (atómicas) se determina comparándolas
con la realidad, decíamos anteriormente; determinando si lo que "figuran"
acaece efectivamente en el mundo, decimos ahora. La proposición es un "modelo
de la realidad", no en sí misma, sino tal como la pensamos una vez que
nuestro pensamiento y las reglas que lo rigen, la lógica, determinan lo que
vemos en el mundo. La proposición es la medida que aplicamos a la realidad
hasta el punto que los resultados obtenidos dependerán del lenguaje elegido, lo
que conlleva a la afirmación de un relativismo ontológico.
Sin embargo, hay que
advertir que todos los lenguajes, en cuanto sistemas de descripción del mundo,
poseen en común la estructura lógica del pensamiento: todos vemos el mundo del
mismo modo aunque no todos vemos en él las mismas cosas.
En consecuencia, con los
planteamientos teóricos expuestos, Wittgenstein considera que la lógica y la
ontología, en cuanto que constituyen la explicación del orden del mundo, son
los componentes de la filosofía.
Esta tiene
como objeto esclarecer el significado de las proposiciones lingüísticas que nos
dicen cómo es el mundo, la forma que presenta.
La filosofía
como crítica del lenguaje
Wittgenstein,
al plantear los problemas filosóficos en relación con el lenguaje y su
trasfondo lógico-temático, aporta a la filosofía un cambio de perspectiva.
Tradicionalmente
se venía considerando a la filosofía como una ciencia superior que aporta
conocimientos específicos acerca de la realidad no alcanzable por ninguna de
las ciencias particulares. La filosofía constituía una teoría que, añadiéndose
al resto de los conocimientos, los fundamentaba. Dentro de esta concepción de
la filosofía, la lógica presentaba un carácter meramente "instrumental".
Para Wittgenstein, la
filosofía no es una "teoría": sus resultados no son proposiciones
filosóficas, sino que es una "actividad" que consiste en esclarecer
el significado de las proposiciones del lenguaje; es una actividad lógica
que muestra qué proposiciones son verdaderas o falsas y qué proposiciones
carecen de sentido. Las primeras constituyen la ciencia natural, mientras que
las segundas son las que tradicionalmente se han aplicado a la filosofía. Por
lo tanto, la filosofía más que un saber que puede añadirse al de las ciencias
particulares, es una actividad analítica que determina qué proposiciones
aportan conocimiento, son verdaderas o falsas, y cuáles son sinsentido.
Antecedentes:
El positivismo lógico
Hacia el año
1920 se reúnen en Viena un grupo de intelectuales: físicos, matemáticos,
científicos, sociólogos, etc., en torno al profesor Movitz Schiick, catedrático
de la Filosofía de la Lengua de la Universidad de Viena, interesados por la
filosofía. El tema central de sus conversaciones eran las tesis del Tractatus
de Wittgenstein.
Este grupo,
conocido como "Circulo de Viena", por medio de contactos, intercambio
de profesores y congresos, estableció relaciones con diversos científicos de
otras universidades que tenían puntos de vista comunes. De este modo, surgió la
corriente filosófica denominada "positivismo lógico" o
"neopositivismo", segunda etapa en el desarrollo del "movimiento
analítico". Con el triunfo del nazismo y la muerte de su fundador en 1936,
el grupo se dispersó, sobre todo por Estados Unidos y Gran Bretaña. Junto a
Schiick. son neopositivistas: Waismann, Carnap, Neusath, Hann, Hempel, Nagel y
Ayer, entre otros.
El
"positivismo lógico" como corriente filosófica, está integrado por
científicos a los que les une una actividad critica de rechazo a la filosofía
especulativa "a priori" y trascendental, en su intención de
sustituirla por una filosofía científica basada en hechos. Por lo tanto, niegan
la metafísica y afirman la ciencia natural.
Los presupuestos
filosóficos que fundamentan esta actitud neopositivista, son: el empirismo, el
positivismo y las teorías del Tractatus.
— Del
empirismo tomaron la diferencia establecida por Hume, entre enunciados que
versan sobre "relaciones entre ideas" y enunciados sobre
"hechos". Los primeros se dan en la lógica y en la matemática, su
verdad se verifica por sí misma, son tautologías y no ofrecen informe sobre
hechos. Los segundos son propios de las ciencias empíricas y su verdad
solamente puede verificarse mediante su comprobación empírica, contrastándola
con los hechos. En consecuencia, como los enunciados de la metafísica no son
tautologías y van más allá de la experiencia sensible, carecen de valor.
—
Del positivismo retoman la convicción de que lo único que interesa es el
conocimiento científico en cuanto que es el único capaz de proporcionar
conocimientos ciertos. La metafísica al no caer bajo el ámbito de la ciencia no
da conocimientos ciertos.
— De las
teorías contenidas en el Tractatus retoman aquello que le sirve para
renovar los presupuestos empiristas y positivistas. A los neopositivistas les
interesa, más que el conocimiento en cuanto tal o el conocimiento científico en
especial, analizar las proposiciones científicas con el fin de averiguar cómo
adquieren su significado. Como en el Tractatus se afirma que el lenguaje
representa la estructura lógica de los hechos y es la figura de la realidad,
solamente el lenguaje de la ciencia natural tiene sentido, ya que. es el único
que presenta una estructura lógica y es contrastable con la realidad.
Por lo tanto,
el lenguaje de la metafísica no puede ser considerado como tal. luego no tiene
sentido.
Por otra parte, para los
neopositivistas el nuevo método científico del filosofar consiste en el
"análisis lógico de las proposiciones y conceptos de la ciencia empírica".
La ciencia se basa en la observación sistemática de hechos expresados por medio
de un sistema de proposiciones, las cuales responden, en última instancia, a la
estructura lógica de los hechos observados. Las proposiciones de la ciencia
refieren hechos y son los únicos que tienen un significado. Le corresponde,
pues, a la filosofía analizar cómo una proposición se refiere a hechos, cómo
se convierte en científica, y, por consiguiente, cómo adquiere significado.
Según los neopositivistas,
una proposición adquiere significado cuando podemos establecer su "método
de verificación", es decir, cuando podemos establecer su veracidad o
falsedad. Una proposición es científica cuando podemos verificarla mediante una
observación que la confirme o la niegue como tal. Como la ciencia es empírica,
refiere hechos físicos; solamente las proposiciones empíricas pueden ser
verificables, comprobadas experimentalmente.
De este modo,
los neopositivistas establecen una concepción "fisicalista", es decir,
conceden un valor modélico a la física. (Recordemos que gran parte de los
neopositivistas son físicos).
Revisión de las teorías del Tractatus
Wittgenstein
consideraba que su obra filosófica, el Tractatus, tenía una estructura
cerrada en la que todos los cabos habían quedado bien atados, y todos los problemas
filosóficos resueltos. Sin embargo, las nuevas experiencias docentes, como
maestro de primaria, las lecturas y el contacto con neopositivistas del Círculo
de Viena, resquebrajaron la seguridad en las ideas expuestas en el Tractatus.
Su mente inquieta siguió trabajando; por lo que una vez que consideró que podía
continuar desarrollando su trabajo creativo en la filosofía, volvió a Cambridge
a madurar sus ideas. Así, los escritos de 1929 a 1945 suponen la transición o
el desmantelamiento de las teorías del lenguaje, contenidas en el Tractatus.
Es un período crítico.
¿En qué
consiste esta transición?
a) Wittgenstein observa
que el lenguaje ordinario tiene una serie de proposiciones que son vagas,
imprecisas, ambiguas, pero, sin embargo, sirven para nuestros fines de
comunicación humana. La gramática del lenguaje ordinario es mucho más amplia
que la gramática del lenguaje lógico. La proposición, la oración, el lenguaje,
son una representación o figura de la realidad, pero incompleto, lo cual no
quiere decir que no tenga sentido.
Empieza así a
ver las ventajas del lenguaje ordinario, lenguaje de la expectativa, que son
las proposiciones que apuntaban al futuro, las cuales no tienen sentido porque
sean verdaderas o falsas, sino porque "desempeñan una función dentro de la
vida humana" y tienen su propia lógica. Tiene cabida otro lenguaje, el
lenguaje "usual": el que no solamente se dedica a reflejar el mundo,
sino que sirve también para otras muchas cosas, como rogar, mandar, interrogar,
etc.
b) Los Cuadernos
Aiul y Marrón suponen ya una revisión más sistemática de las teorías
del lenguaje científico, recogidas en el Tractatus. Son unos apuntes
de transición entre el Tractatus y las Investigaciones,
en los que se recoge la teoría de los "juegos del lenguaje".
Ahora lo que va buscando
es el significado de las palabras, del lenguaje en el uso normal que emplean
los hablantes en sus diversos contextos, situaciones, estados, etc. puesto
que, antes que observadores de nuestro lenguaje, somos en realidad los
"usadores" que utilizamos ese lenguaje: antes que los análisis que
revelan el significado de nuestras palabras, somos nosotros los que sabemos lo
que hemos querido decir con ellas.
De este modo, el
significado de una palabra "es su uso en el lenguaje, no su verdad o
falsedad lógica". El lenguaje ordinario prevalece ahora sobre el lenguaje
lógico. Asi pues, la fórmula que empleaban los analistas de la filosofía
analítica será: "no preguntes por el significado, pregunta por el
uso".
El lenguaje,
pues, no tiene una única función: representar científicamente al mundo, usando
palabras totalmente adecuadas, casi perfectas, sino que el lenguaje tiene múltiples
usos que pueden entenderse como "juegos del lenguaje".
"Investigaciones filosóficas": teorías del
lenguaje
En
esta obra es donde Wittgenstein hace la exposición más completa y sistematizada
de sus nuevas teorías acerca del lenguaje y de la filosofía. Es el cuerpo
doctrinal fundamental del segundo Wittgenstein.
El análisis
del lenguaje, que Wittgenstein hace en esta obra, parte de la consideración
del "lenguaje ordinario" y tiene como ejes centrales la "teoría
de los juegos del lenguaje" y la "teoría de la determinación
del sentido por el uso".
En el Tractatus
consideraba el lenguaje a través de las relaciones que la palabra tiene con la
cosa referida, por medio de una significación o una representación. Las
palabras nombran los objetos, los representan y, de este modo, adquieren su
significado. Pero esta teoría de la significación presentaba dificultades:
—
Hay palabras que no tienen referencia alguna a objetos, sino que solamente
tienen uso funcional dentro del lenguaje, como es el caso de las palabras que
sirven para relacionar a la gente. Cuando se dice: "Allí hubo
serrucho" o ésta, "es un tipo muy mañoso".
— Con las palabras
no solamente hablamos acerca de los objetos, sino que hacemos las cosas más
diversas. Por ejemplo: mediante exclamaciones "significamos"
actitudes de dolor, peligro, admiración, ruego, mandato, etc. Incluso con
frecuencia establecemos comunicaciones con significado mediante "gestos".
Las palabras, pues, no tienen un significado determinado, sino que éste depende
del contexto en el que las usamos.
— No podemos
concebir el lenguaje como algo constituido independientemente del sujeto que lo
expresa.
— No es
posible "nombrar" objetos sin antes saber "usar" los
nombres.
— Los nombres
abstractos tienen significado y. sin embargo, con ellos no nos referimos
directamente a ningún objeto concreto.
a) Teoría de los "juegos del
lenguaje"
El
significado de las palabras en general, más que depender de ellas mismas o de
su referente, dependen de lo que hagamos con ellas, del contexto, de las
situaciones, de lo que queremos describir, etc. En definitiva, las palabras
tienen el significado que "alguien" les da, de acuerdo a un
"aprendizaje" y consiguientemente a un "ejercicio". El
lenguaje fundamentalmente es "una actividad" que se lleva a cabo siguiendo
unas reglas, es un "juego"; por consiguiente, habrá tantos lenguajes
como juegos lingüísticos que seamos capaces de recrear.
Las palabras tienen el
significado que nosotros les damos. A la hora de elaborar una teoría del
significado no podemos partir del lenguaje como algo ya determinado, sino que
tenemos que analizar lo que hacemos con el mismo. En toda práctica lingüística
aparecen determinadas expresiones entrelazadas con una serie de actuaciones.
Partiendo de este hecho, Wittgenstein introduce su noción de "juego de lenguaje";
llama "juego de lenguaje" al todo "formado por el lenguaje y las
acciones con las que está entretejido". Sólo si captamos las relaciones
internas entre nuestras acciones llegaremos a conocer las relaciones internas
de la práctica lingüística y en consecuencia, conocemos el significado de las
expresiones lingüísticas. Hay muchas prácticas lingüísticas. Las palabras
presentan multitud de funciones, se diferencian por lo que hacemos con ellas
en nuestra vida ordinaria. Para explicar esto, Wittgenstein usa una
comparación: "pensemos en las herramientas de una caja de herramientas:
martillo, tenazas, sierra, destornillador, clavos, tornillos, etc. .... aparentemente
son uniformes, pero cuando los utilizamos cada uno tiene un uso diferente
según la actividad que realizan". Lo mismo pasa con las palabras, en
apariencia todas las palabras que constituyen un lenguaje son iguales, pero
tienen diversidad de funciones, y se diferencian por lo que hacemos con ellas
en el uso.
Según esto, las palabras
no tienen "significación", tienen "uso", constituyen una
actividad con la cual nombramos objetos, actuamos siguiendo órdenes,
describimos objetos por su apariencia, fabricamos objetos de acuerdo con
dibujo, relatamos sucesos, hacemos conjeturas, formamos y comprobamos
hipótesis, inventamos historias, contamos chistes, traducimos de una lengua a
otra, suplicamos, maldecimos, saludamos, rezamos, etc. Es decir, con el
lenguaje hacemos las cosas más diversas, continuamente lo estamos recreando.
Lo único que tienen todos los posibles lenguajes en común es un "cierto
parecido de familia" que nos permite relacionarlos entre sí:
los juegos
componen una familia.
Lo que
Wittgenstein quiere expresar con esta teoría de los "juegos del
lenguaje", es que el lenguaje no solamente es algo necesario para poder
vivir, para comunicarnos con los otros, para describir la forma que presenta
el mundo, sino antes que eso, el lenguaje, es un modo de hacer, de concebir el
mundo, es una forma de vida: "la expresión, juego de lenguaje, debe poner
de relieve que hablar el lenguaje forma parte de una actividad o de una forma
de vida".
b) Teoría
de la determinación del sentido por el uso
Si el
lenguaje es un juego, constituye una actividad: no puede afirmarse, sin más la
existencia de un único o "modelo" de lenguaje: el formal o
referencial; tampoco que haya un único "juego": el lógico y el
científico. Hay muchos lenguajes con significado, tantos como juegos que
responden a los distintos "enfrentamientos" que el hombre tiene con
las cosas con los distintos acontecimientos de la vida.
Consecuentemente,
es necesario advertir que toda actividad lingüística, como todo juego, conlleva
el seguimiento de unas "reglas más o menos convencionales", que lo
hacen posible. Estas reglas no son fijas, sino que dependen del lenguaje, del
juego que haya de presentarse. Es distinto el lenguaje del deporte, que el de
la clase de filosofía o del que se habla en la discoteca. Siempre habrá que
hablar, usar palabras de acuerdo a la situación a la que se tenga que
responder. Por lo tanto, a la hora de practicar un lenguaje, más que las reglas
internas que regulan su funcionamiento, tenemos que responder a cómo tenemos
que usarlas. Es el uso el que "determina" el significado en función
de las jugadas (pensemos, por ejemplo, en el juego de ajedrez). Aprender un
lenguaje consiste, pues, en aprender reglas de uso de sus palabras al modo como
aprender el juego de ajedrez, es decir, el movimiento de sus piezas. Sabemos un
lenguaje cuando usamos bien en repetidas ocasiones sus reglas. Las reglas
muestran la aplicación a seguir, pero, a la vez, deberán ir acompañadas de un
esquema que determine su uso.
Las reglas determinan su
propia aplicación, es decir, determinan lo que debe hacerse, lo correcto, ya
que son usadas por las personas para proceder de cierta manera y obtener así
ciertos resultados; resultados que son normalmente percibidos por la comunidad
a la que pertenecen, como correctos: "seguir una regla es análogo a
obedecer una orden". De este modo, las reglas explicitan la relación
interna existente entre el significado de las palabras y el hecho de que debemos
utilizarlos de cierta manera en determinadas circunstancias. La práctica del
lenguaje es una habilidad que se adquiere con el aprendizaje y se desarrolla
con el uso, respondiendo a las diversas situaciones que a diario nos presenta
la vida.
Todo esto
lleva a la conclusión de que si queremos determinar el significado de las
palabras debemos atender, en primer lugar, cómo las usan de hecho, los
hablantes del lenguaje: ¡No preguntes por el significado, pregunta por el
uso". Tarea que se lleva a Wittgenstein a proponer ahora como objetivo de
la actividad filosófica el análisis del uso correcto del lenguaje.
La filosofía
como terapia del lenguaje
Al igual que en la etapa
anterior, Wittgenstein sigue concibiendo la filosofía como actividad cuya tarea
consiste en "trazar límites del sentido", es decir, "indicar lo
que se puede decir y lo que no se puede decir". Ahora bien. si en la
primera etapa la delimitación del sentido estaba establecido por la actividad
lógica, ahora en esta etapa de las investigaciones, los límites del sentido se
establecen de acuerdo con los criterios que marcan los diversos usos o juegos
del lenguaje, analizando las reglas que determinan su funcionamiento. Por
consiguiente, ya no existe un criterio único y preciso de significado (el lógico),
sino que los criterios los tendremos que establecer de acuerdo con los usos
del lenguaje, cuyo significado tratamos de analizar.
Analizando el lenguaje de
este segundo modo, se constata que los problemas filosóficos surgen como
consecuencia de una mala interpretación de los usos del lenguaje, es decir, son
problemas lingüísticos. Si usamos mal las palabras, surgen malentendidos o
confusiones de uso. Por ejemplo: "creer que el lenguaje ético tiene el
mismo valor que el psicológico al usar las palabras "conciencia, conducta,
regla, norma, etc.". En estos casos, la filosofía debe disolver, no
resolver, los problemas filosóficos, es decir, las confusiones del lenguaje.
Dice
Wittgenstein: "los resultados de la filosofía son el descubrimiento de
algún que otro sinsentido y de los chichones que el entendimiento se ha hecho
al chocar con los límites del lenguaje. Estos chichones, nos hacen reconocer el
valor de este descubrimiento". Cuando hablamos, tenemos que hablar el
lenguaje de cada día. La filosofía no puede en modo alguno interferir con el
uso efectivo del lenguaje, solamente puede describirlo. Un problema filosófico
tiene la forma, "no de salir del atolladero"; el objetivo de la
filosofía es "mostrar a la mosca la salida de la botella cazamoscas",
es decir, no es cosa de la filosofía resolver una contradicción por medio de
un descubrimiento, sino haciendo ver el estado anterior a la solución de la
contradicción.
El hecho
fundamental es que establecemos reglas para un juego, y cuando las seguimos y
las cosas no marchan como habíamos supuesto, nos enredamos en nuestras propias
reglas. Es, pues, este enredarse en nuestras propias reglas lo que hay que
entender, lo que hay que ver sinópticamente. Y esto arroja luz sobre nuestro
concepto de "significar" ya que en este caso las cosas resultan de
modo distinto de lo que habíamos previsto.
Los problemas
lingüísticos, los sinsentido, adquieren la categoría de síntomas de una
enfermedad que la filosofía debe diagnosticar y curar, hacerlos desaparecer por
completo comprendiendo que han ido más allá de los límites del lenguaje. La
filosofía es una terapia del lenguaje que desvela el mal uso que ha ocasionado
el problema filosófico y lo disuelve.
Wittgenstein
y la filosofía analítica
Los nuevos
temas que sobre el lenguaje y la filosofía elabora Wittgenstein en su segunda
etapa de pensamiento tuvieron una gran resonancia de inmediato. Surgieron
discípulos y estudiosos que profundizaron en estas teorías y en sus
aplicaciones analíticas, que fueron constituyendo las bases teóricas de la
corriente llamada "Filosofía analítica", tercera corriente
filosófica del "movimiento analítico". Esta corriente ve en las
tesis de Wittgenstein el apoyo necesario para fundamentar sus criticas hacia
los seguidores de la corriente neopositivista.
El
surgimiento de esta corriente se debió, en gran parte, al descontento por el
rumbo que había tomado la corriente filosófica neopositiva, que reducía la
filosofía al análisis lógico-cientifista.
Los
seguidores de la "filosofía analítica" encontraron en las tesis de
Wittgestein el apoyo teórico necesario para fundamentar sus criterios contra
los neopositivistas y el remedio eficaz con el cual superar la reducción del
análisis filosófico al lógico-cientifista.
Esta
filosofía analítica presenta una doble dirección o dualidad de vertientes que
se desarrollan paralelamente en las universidades de Cambridge y de Oxford,
lugares en los que ejercieron su docencia los discípulos del segundo
Wittgenstein.
La escuela de
Cambridge
Esta escuela está
representada fundamentalmente por Wisdon. discípulo y sucesor en la cátedra de
Wittgenstein. y también por Malcon, Waismann y Paúl. Todos ellos desarrollaron
la concepción de la filosofía como "terapia de los hechizos del
lenguaje".
El interés de ellos se
centra en el análisis del lenguaje ordinario con el único fin de determinar el
sentido de las palabras sin ningún tipo de prejuicios, ni doctrinal ni
terminológico.
Los problemas
filosóficos son "perplejidades" que se producen por el uso de enunciados
paradójicos que. si bien no son verdaderos, no por ello hay que desecharlos
como carentes de sentido, sino es preciso hacer un esfuerzo de análisis e
interpretación. Es necesario, pues, desentrañar la ambigüedad de sus términos
para descubrir su significado especial. Esta corriente usa el método
analítico-descriptivo, que viene a ser parecido al método del psicoanálisis.
Al igual que el psicoanalista, el filósofo analítico toma conciencia de cómo
ilustrar y cómo desfigurar ciertos modelos metafísicos.
La escuela de
Oxford
Constituye
otra dirección de la filosofía analítica y seguidores de Wittgenstein. Se
diferencia de la anterior porque realiza un análisis filosófico del lenguaje
más constructivo. Más que el lenguaje cotidiano, su interés está en el lenguaje
ético. psicológico, científico, religioso, etc. con el fin de establecer los
limites precisos de significación en cada uno de ellos. Representantes son;
Ryie. Austin y Strawson.
1. Define en
el contexto del tema los siguientes términos: "mundo, sentido, referencia,
análisis, tautología, figura, significación".
2. ¿En qué
consiste el "movimiento analítico" y qué corrientes filosóficas se
desarrollan en él?
3. Identifica
las teorías del lenguaje que Wittgenstein desarrolla en el Tractatus, y
explica en qué teorías se apoyan.
4. ¿Por qué
afirma Wittgenstein, en su primera etapa, que "los límites de mi lenguaje
significan los límites de mi mundo"?
5. ¿Cómo
define la filosofía Wittgenstein, a partir del desarrollo de las teorías
expresadas en el Tractatus7
6. Identifica
y explica algunas características de los "neopositivistas" referidas
al lenguaje científico.
7. ¿Cuáles
fueron las causas que incidieron en Wittgenstein para cambiar al análisis del
"lenguaje ordinario"?
8. ¿Qué
novedades aportan las nuevas teorías del lenguaje explicadas en la obra Investigaciones
filosóficas, con respecto a las teorías explicadas en el Tractatus
9. Explica,
en el contexto del texto, qué quiere decir Wittgenstein con la frase: "no preguntes
por el significado, pregunta por el uso".
10. ¿Cuál fue
el objetivo de la corriente "filosofía analítica", y qué aportes hizo
con respecto a la corriente neopositiva?
B. De
aplicación:
1.
Señala algunas semejanzas y algunas diferencias entre el primero y el segundo
Wittgenstein.
2. Explica la
secuencia: empirismo-positivismo-neopositivismo.
3. Señala los
aspectos de otras filosofías que están presentes como antecedentes en la
filosofía de Wittgenstein.
4. ¿Qué
aplicabilidad le ves a la filosofía del lenguaje expuesta por Wittgenstein?
Analiza la respuesta desde la perspectiva del aprendizaje de la asignatura de
Español.
5. ¿Qué es
más importante: el significado de las palabras o el uso de ellas? Razona tu
respuesta desde el análisis de las teorías expuestas por Wittgenstein en las
Investigaciones.